Existe un dicho popular que se aplica perfectamente al recién elegido presidente de los EEUU, el señor Donald John Trump, el cual dice “El que persevera triunfa” El perseveró y triunfó.
Nunca en la historia electoral de los EEUU habíamos conocido a un candidato presidencial que recibiera tantos repudios de distintos grupos sociales y de los medios de comunicación de masa, como lo recibió el señor Trump.
Un hombre al que las principales figuras de su partido fueron capaces de expresar en público su rechazo a su candidatura, que los principales periódicos de su país, escribieran editoriales en su contra, que fue bombardeado sin cesar por acusaciones de acosos sexuales.
Que no contaba con el apoyo de los principales artistas, actores y actrices de USA, que se enfrentó a los conocimientos políticos del ex presidente Bill Clinton y de la pareja presidencial los Obama, que luchó contra vientos y mareas sin desmayar.
Donald Trump, cual Quijote moderno peleando cada día con molinos de vientos, con el liderazgo político mundial en su contra, con las opiniones de analistas políticos mundiales desfavorables a él, nada de eso le hizo dar marcha atrás a su meta de ir por la presidencia de los EEUU.
Si fue perseverante para alcanzar su meta, pienso que también lo será para hacer de ella lo que se propuso en su mente, creo que ya él tiene un perfil de cómo va a dirigir a la nación más poderosa de la tierra.
Si para muchos fue una sorpresa su victoria frente a una Hillary Clinton que se veía vencedora, ojala también sea una gran sorpresa su mandato, y ese miedo, ese temor a él como presidente, sea desvanecido por una buena gestión presidencial.
Pienso que lo puede lograr, ya que comenzó a dar señales de que no es tan fiero como lo pintan, en su primer discurso como presidente electo, tendió un ramo de olivo a su oponente Clinton.
Pidió con humildad a sus adversarios que los ayuden a dirigir la nación, dijo que quiere gobernar para todos sin distinción de clases ni de razas sociales, llamó a la unidad de republicanos y demócratas,reafirmó que no desea la guerra, más bien la paz.
No se volvió altanero ni prepotente porque había vencido a su rival, más bien expresó un discurso alentador, que muy bien quizás pudiera servir para disipar los temores que se tenían y se tienen sobre su figura como presidente.
Ojala todo pueda salir bien durante su gestión, y que podamos vivir por lo menos 4 años de paz y progreso en todas las naciones del mundo.
Por Roberto Paulino