
Por Gilberto Mateo
El 2028 es la fecha en la cual se podría dar un efecto de nuevos rostros para las boletas a nivel presidencial en la República Dominicana; claro está, si Leonel le permite a su hijo encabezar la boleta por la Fuerza del Pueblo.
Lo cierto es que la mayoría de los aspirantes ya arrancaron, algunos con muchos desaciertos y otros armando su artillería desde ya (picando adelante).
Es muy temprano; las aspiraciones conllevan un gasto enorme, máxime cuando es para un proyecto a la presidencia, con muchos factores en contra, ya que Luis Abinader no permite ciertos asuntos que se hacían desde el Estado y que ya no se pueden hacer.
Lo cierto es que, en todo el trayecto que falta para llegar al 2028, se verán muchas cosas que servirán de filtro para la conformación de la boleta a nivel presidencial.
La lucha ya está definida, aunque falta poco. El PLD lo descarto como contendiente para el 2028; sin embargo, hay que destacar la importancia que tiene ese 10% del pasado proceso, que para el 2028 puede reducirse a una cifra que no llegue a clasificar como partido mayoritario.
El PLD se juega la faja en el 2028, no para ser opción de poder, sino para seguir como fuerza mayoritaria o si baja al sótano oscuro de cualquier movimiento político.
Volviendo al tema principal de las elecciones presidenciales del 2028, el PRM y la FP se verán las caras en un escenario con dos vertientes: se consolida el oficialismo como rey de la política dominicana al ganar tres elecciones consecutivas, o emerge la Fuerza del Pueblo y se convierte en gobierno en tiempo récord, ya que es un partido joven.
Ambas organizaciones tienen historias similares. El PRM ganó las elecciones tan solo cinco años después de ser fundado. De ganar la FP en el 2028, correrá la misma suerte que el oficialismo.
En el PRM hay una cantidad de figuras aspirando, algunas con las condiciones reales y otras a las que aún les falta tiempo para tales fines.
En el caso de la FP, hay dos figuras: el expresidente Leonel Fernández, con experiencia de Estado, y su hijo, a quien la población le reconoce las condiciones, pero a la vez cuestiona su juventud para un compromiso de tal magnitud.
Aunque es temprano para pronosticar, no es tan tarde para ser hábil para razonar en torno a quién sí y quién no para el 2028.
Gracias…