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San Juan de la Maguana

CAMINANDO FUERA DEL ABISMO

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Cuenta una historia que en una ocasión un viajero llegó a un pequeño poblado muy pobre donde vivían pocas familias. Nadie trabajaba en esa región, por que todo dependían de una vaca que ordeñaban cada mañana. Con la leche sustraída hacían cuajada, quesos o era consumida así.

Aquel hombre se sorprendió que estas personas no trabajaban. Al siguiente día muy temprano de mañana, este viajero tomó la vaca y la lanzó por el precipicio. Al despertar los moradores pensaron que la vaca se habría suicidado por ser la única fuente de alimento; lo que esto llevó que todos en el pueblo emprendieran nuevas funciones, como trabajar la tierra, construir, etc. haciendo que este pobre y pequeño pueblo, progresara y prosperara.

"El camino de la vida es un sendero lleno de altibajos, donde los seres humanos nos desarrollamos a través de la experiencia de caminar, tropezar, caer y levantarnos una y otra vez. Desde que damos nuestros primeros pasos como bebés, aprendemos que el equilibrio y la coordinación son habilidades que se perfeccionan con la práctica. Cada caída nos enseña a levantarnos con más fuerza y determinación, forjando así nuestra resiliencia y determinación.

Los fracasos son parte inevitable de este viaje. Sin embargo, cada obstáculo superado nos brinda lecciones valiosas que nos ayudan a crecer y madurar. A medida que avanzamos por la vida, enfrentamos desafíos que nos obligan a salir de nuestra zona de confort y a desarrollar nuevas habilidades. Estos desafíos nos empujan a superar nuestras limitaciones y a descubrir nuestro potencial oculto.

Vencer obstáculos es una parte esencial del proceso de desarrollo humano. Cada vez que superamos una dificultad, fortalecemos nuestra confianza en nosotros mismos y en nuestras capacidades. Estas victorias nos permiten avanzar con determinación hacia nuevas metas y sueños, construyendo así un camino de logros y realizaciones.

El desarrollo humano es un viaje en el que el aprendizaje continuo y la adaptación son fundamentales. A medida que caminamos por la vida, acumulamos experiencias que nos permiten evolucionar como individuos. Cada paso dado, ya sea firme o tambaleante, contribuye a nuestra formación como seres humanos completos.

En resumen, el desarrollo humano se nutre de las caídas, los fracasos y la superación de obstáculos. Estas experiencias moldean nuestro carácter, fortalecen nuestra determinación y nos preparan para los desafíos futuros. Al comprender que tropezar forma parte del proceso, podemos abrazar cada obstáculo como una oportunidad para crecer y alcanzar nuestro máximo potencial."

Escrito por:
MIGUEL IVAN FRIAS JIMENEZ
Capitán del Ejército de República Dominicana
Psicólogo Industrial y Especialista en Terapia y Psicometría.

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