Más de 500 personas han muerto y 2.232 han resultado heridas en la serie de terremotos que esta madrugada sacudió el sureste de Turquía y países vecinos.
En Turquía, el recuento provisional ofrecido por su vicepresidente, Fuat Oktay, cifra 1.710 los edificios derrumbados en diez provincias del sureste de Anatolia, con las de Gaziantep y Kahramanmaras como las más gravemente afectadas.
Numerosos países han movilizado equipos de rescate y ayuda de emergencia para socorrer a los damnificados.
Hasta el momento, la gobernación de la provincia de Sanliurfa, situada al sureste del epicentro, ha informado de 18 muertos en 19 edificios derrumbados, mientras que en Osmaniye, las autoridades hablan de 34 edificios colapsados con al menos 7 muertos.
En Malatya, unos 130 edificios quedaron destruidos, dejando un centenar de heridos y 23 muertos, en Adiyaman se han contabilizado hasta el momento 28 muertos, a lo que se suman seis fallecidos en Diyarbakir, a 250 kilómetros al este del epicentro.
Aún no hay cifras de fallecidos de las dos provincias más afectadas, Gaziantep y Kahramanmaras, ni de Hatay, donde numerosos ciudadanos informan en redes sociales sobre derrumbes y personas atrapadas.
Estado de alarma y petición de ayuda internacional
El Gobierno turco ha decretado el estado de alarma, lo que incluye la solicitud de ayuda internacional.
El presidente Recep Tayyip Erdogan ha escrito en su cuenta de Twitter: «Esperamos que podamos superar esta catástrofe lo antes posible y con el menor daño posible».
El terremoto principal de esta madrugada sucedió a las 01.17 GMT, con una magnitud de 7,4, a una profundidad de unos 5 kilómetros en la provincia de Kahramanmaras, situada al sureste de Turquía.
Le siguieron fuertes réplicas, que afectaron las provincias de Gaziantep, Kahramanmaras, Adiyaman, Sanliurfa, Malatya, Kilis, Diyarbakir, Osmaniye, Adana y Hatay.
La zona afectada se extiende sobre más de 500 kilómetros en el sur de Anatolia, donde se registran temperaturas bajo cero y nevadas, lo que dificulta las condiciones de quienes pernoctan ahora al aire libre.
Se trata del mayor terremoto registrado en Turquía desde el ocurrido en 1999 en Izmit (7,6), que causó miles de muertos, algo mayor que el de Van en 2011 (7,2) que causó 600 y el de Esmirna en 2020 (7,0) que causó 115 muertos.
El terremoto golpea una de las zonas más devastadas por la guerra en Siria
El seísmo se ha sentido en hasta 14 países, como Líbano, Israel o Georgia, pero ha sido especialmente dañino en Siria.
El terremoto ha golpeado el último bastión opositor de Siria, fronterizo con Turquía, y también zonas más alejadas en manos del Gobierno de Damasco, dejando cerca de 400 muertos.
Los Cascos Blancos, un grupo de socorristas que opera en las zonas bajo influencia de la oposición, han señalado en su cuenta de Twitter que están ayudando a personas atrapadas bajo los escombros de edificios derrumbados a causa del seísmo y hablan de «decenas de muertos y cientos de heridos».
La provincia noroccidental de Idlib, el último bastión opositor del país, y varias zonas de la región de Alepo se escapan al control del Gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, y se ubican cerca del epicentro del terremoto, por lo que el número de muertos podría ser muy superior.
Además, poco después del primer temblor, se ha registrado una nueva replica de 4,6 grados , aunque por el momento se desconoce si ha causado aun más daños.
El Consejo de Ministros sirio ha convocado una reunión «de emergencia», presidida por Al Asad, para analizar los daños infligidos por el temblor y decidir las medidas a tomar.
La oficina de Naciones Unidas en Siria ha afirmado, por su parte, que está trabajando para coordinar la asistencia en todas las áreas «a su alcance» dentro de las provincias afectadas.