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San Juan de la Maguana

Unos 500 buzos, 6 mil familias viven de reciclajes en Duquesa

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Alrededor de 500 recicladores (buzos) y más de seis mil familias viven de la separación de plásticos, botellas, cartones, hierros, aluminios y, otros residuos que son vertidos en el vertedero de Duquesa, pero que llegan a las grandes industrias a través de intermediarios ubicados en el trayecto hacia ese basurero.
Pero no solamente los sólidos son convertidos en dinero sino además la basura orgánica, para alimentar animales en granjas, sobre todo, cerdos que luego consumen millones de personas cuando compran en carnicerías.
Robinson García, del Movimiento Nacional de Recicladores (MNR) estima en 12 mil la cantidad de estos trabajadores en todo el país, de los que alrededor de 500 desarrollan sus labores en el vertedero de Duquesa.
García destaca que contrario a otros vertederos, como el de Rafey, en Santiago, los de Duquesa, en Santo Domingo, gozan de facilidades para ejercer su labor, sin maltratos ni discriminación.
Los 465 recicladores o buzos que desarrollaban su labor en Rafey fueron sacados del lugar por la Alcaldía de Santiago con miras a concesionar el basurero a un empresa extranjera.
Admite que quienes se dedican a esa labor en Duquesa lo hacen sin las condiciones sanitarias adecuadas, sin guantes, cascos protector, uniforme, sin supervisión por parte del Ministerio de Salud Pública, por lo que exponen su vida a enfermedades de manera constante.
Estima que estos hombres y mujeres deberían ser entrenados sobre manejo de residuos sólidos, dotarlos de documento de identificación, chequeo sanitario de manera constante y llevar un control sobre cada uno de ellos.
Estima que los buzos son prácticamente explotados por los intermediarios, que se autodenominan recicladores y que están ubicados en la carretera Los Casabes que conduce hacia Duquesa, quienes deciden los precios de las mercancías.
Expone que el trabajo del buzo o reciclador juega un papel muy importante a favor del medio ambiente, ya que cuando recuperan una tonelada de papel o cartón evitan el corte de al menos 30 a 40 árboles.
Precisa que ese producto vuelve al mercado ya convertido en otro, pero dentro de la cadena de valor el trabajo del buzo llega hasta el intermediario, de ahí en adelante desconocen el destino de la mercancía que sacó del vertedero.
Saldívar Hernández, director de Operaciones del Vertedero de Duquesa, señala que los intermediarios se nutren de los llamados buzos, que desarrollan su labor en los tiros de depósitos de donde salen a venderlos a los intermediarios en las afuera quienes los esperan con balanza y dinero disponible para la transacción.
Indica que la entrada de menores al vertedero está estrictamente prohibido, aunque que admite que algunos se escapan por la parte trasera, ya que se trata de un vertedero abierto.
Expone que la mayoría de los buzos no deja su labor por un empleo en el sector público o privado, ya que hay días que se ganan cinco, seis, siete mil pesos y más, y en el peor de los casos entre 1,500 y 2,000 pesos.
Lamenta que la mayoría de los residuos sólidos se pierdan en el vertedero, ya que apenas se recicla un 30 por ciento, cuando debería ser lo contrario.

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