INTERNACIONAL.-Puede que el béisbol tenga 150 años de edad, pero todos sabemos que el béisbol de aquel entonces no se parece nada al de ahora. Ya no jueguen con pelotas aporreadas y aporreadas hasta que se les caigan las costuras. Los pitchers no lanzan nueve innings en cada apertura. Y la verdad es que no sé cómo reaccionaría Honus Wagner si vas y le dices que cambie el ángulo de salida de sus batazos, pero supongo que quedaría un poco confundido.
Pero, aunque los fanáticos saben que las 511 victorias de Cy Young o el promedio de .366 de Ty Cobb son marcas que jamás serán igualadas, el juego ha cambiado drásticamente incluso en los últimos 40 años. Los líderes de muchos departamentos, que quizás ni siquiera rompieron récords, ponían números que son tan inalcanzables hoy como la cadena de 56 juegos dando de hit o los 300 innings lanzados.
Esto no es algo malo, claro, pues cada deporte cambia y avanza, y aunque nos gustaría pensar que el béisbol es atemporal, ese no es realmente el caso. Así que, para ver formas en las que el juego ha cambiado en las últimas década, aquí los dejamos con siete estadísticas de los últimos 40 años que probablemente jamás serán superadas:
1. Toques de sacrificio
Récord actual: Ray Chapman – 67 (1917)
Últimos 40 años: Jay Bell – 39 (1990)
Desde 2010: Juan Pierre – 19 (2011)
A medida que el béisbol ha aprendido a valorar el más poderoso de sus activos – el out – la idea de tener a alguien simplemente para tocar la bola es una especia de sacrilegio en el juego moderno. Así que Chapman puede descansar tranquilo, porque nadie va a acercarse a su récord de 67.
Pero hace apenas 30 años, Jay Bell – el talentoso shortstop que terminaría dando 38 jonrones en una temporada para los D-backs— era una máquina de toques de sacrificio. A pesar de ser un bateador parecido al promedio de la liga con una buena dosis de poder en el home, los Piratas le pedían a Bell tocar… y tocar… y tocar. 39 veces en 1990 y luego 30 más la campaña siguiente, para ser exactos. Y quizás más impactante viendo las cosas desde la óptica de estos días, hizo todo eso siendo segundo bate.
Nadie se va a acercar a Bell en esta época. Pierre fue el que más cerca le llegó desde 2010 y ejecutó menos de la mitad de los toques que Bell.
Con la posibilidad del bateador designado en ambas ligas, habrá menos y menos oportunidades. Clayton Kershaw, el lanzador de los Dodgers, lideró a las Mayores con 15 sacrificios en el 2019, y se puede decir con tranquilidad que si la Liga Nacional adopta el BD de forma permanente, no tendrá la oportunidad de volver a hacer eso. La tasa de toques de sacrificio cayó el año pasado a .07 por juego, menos de la mitad que en el 2019.
2. Promedio de bateo
Récord actual: Nap Lajoie – .426 (1901)
Últimos 40 años: Tony Gwynn – .394 (1994)
Desde 2010: DJ LeMahieu – .364 (2020), Josh Hamilton – .359 (2010)
Salvo por unas pocas semanas en las que un encendido Charlie Blackmon nos puso a todos a soñar con otro bateador de .400, pienso que se puede asumir con tranquilidad que no volveremos a ver a alguien que ligue .400 en una temporada. Más allá de Tony Gwynn en la temporada recortada por la huelga en 1994, nadie ha montado un asalto serio desde que George Brett bateó .390 en 1980.
De hecho, si removemos la campaña 2020 de LeMahieu de la lista, ningún bateador ha pasado de .360 desde el .365 de Joe Mauer en el 2009.
Con los lanzadores tirando más duro que nunca, los bateadores apuntándole a las gradas y todos los equipos utilizando formaciones defensivas, más nos vale dedicarle un desfile al próximo que ligue para .370.
3. Bases robadas
Récord actual: Rickey Henderson – 130 (1982)
Desde 2010: Juan Pierre – 68 (2010)
Las bases robadas han tenido sus altos y bajos a lo largo de la historia de las Grandes Ligas. Antes de los días de correr con libertad entre los 60 y los 80 cuando jugadores como Lou Brock, Maury Wills, Rickey Henderson y Vince Coleman volaban sobre las bases, no era un arte tan popular. ¡Dom DiMaggio ganó el título de estafadas en la Liga Americana en 1950 con 15!
Pero estamos viendo otra vez una caída en la tasa de robos. No sólo es que probablemente no vamos a ver a alguien llegarle al registro de Henderson – tenía una rara combinación de talento con las ganas de correr todo el tiempo – nadie en este siglo ha llegado a ni siquiera a 80 en un año. Han pasado tres años desde que Dee Strange-Gordon se robó 60 bases, y el último jugador en estafarse 70 fue Jacoby Ellsbury en 2009.
Es un arma de doble filo. Para acumular muchas bases robadas, un jugador tiene que ser muy rápido, pero además debe embasarse con frecuencia. Billy Hamilton es muy rápido, pero se empezó a quedar fuera de la alienación al no ser capaz de llegar a salvo a la inicial.
Sin embargo, si eres muy buen bateador, quizás tu equipo no quiere que corras tanto por el riesgo de una lesión que te pueda sacar de juego. Por algo el tope de bases robadas de Mike Trout lo impuso en su primera temporada.
Tomando todo eso en cuenta, 80 estafadas luce como lo máximo que podemos esperar.
4. Menos ponches (bateadores que optaron al título de bateo, campaña no abreviada)
Récord actual: Joe Sewell – 3 (1932)
Últimos 40 años: Félix Fermin – 14 (1993)
Desde 2010: Marco Scutaro – 34 (2013)
¿Qué es lo que hacía en el home Sewell? Poncharse solo tres veces en una temporada es realmente algo increíble. Por algo lo comparan con Ted Williams cuando se habla de talento para hacer contacto con la pelota.
Pero por esa misma razón es que no vamos a ver a más bateadores ponchándose tan poco como el dominicano Fermín o incluso el venezolano Scutaro. Seguro, Sewell es miembro del Salón de la Fama, pero pregúntele a cualquiera si prefiere tenerlo a él o a Williams en su roster y siempre van a tomar a Williams, incluso aunque el jardinero izquierdo de los Medias Rojas se haya ponchado casi 600 veces más que Sewell.
Por otro lado, si bien Fermín era un gran chocador de bolas, la mayoría de los fanáticos de la Tribu en 1993 andaban más pendientes de lo que hacían Kenny Lofton o Albert Belle en el plato. Y si bien Scutaro siempre será muy recordado en la zona de la Bahía de San Francisco por lo que hizo para Atléticos y Gigantes, no creo que los fanáticos estuviesen celebrando cada vez que daba un rolling y evitaba poncharse.
Con los bateadores enfocándose cada vez más en maximizar su tiempo en el plato, uno pensaría que va a pasar mucho tiempo antes de que veamos a otro toletero con cerca de 500 viajes al plato y menos de 30 ponches.
5. Tasa de ponches por cada 9 innings más baja para un abridor
Récord actual: Ernie Wingard – 0.95 (1924)
Últimos 40 años: Nate Cornejo – 2.13 (2003)
Desde 2010: Brad Penny – 3.67 (2011)
Los bateadores ya no ven el hecho de poncharse como una vergüenza, y a la misma vez, los equipos quieren que los pitchers abaniquen a cuantos toleteros sea posible. Después de todo, no tienes que preocuparse por un “hitcito” producto de la suerte si la bola no es puesta en juego.
Por eso, números como la marca de Penny de sólo 3.67 ponches por cada nueve innings – que era el promedio de la liga en los años 40 – será rara vez emulada. Mucho menos el absurdo registro de 2.13 de Cornejo cuando lideró a los Tigres del 2003, que perdieron 119 juegos, en innings lanzados. En esta época, tienes que ser ponchar para llegar a las Grandes Ligas, y vas a tener que seguir haciendo que los bateadores abaniquen la brisa para mantenerte.
En la temporada abreviada del 2020, el venezolano Antonio Senzatela tuvo la marca más baja de ponches entre los pitchers calificados con tan sólo 5.03. ¿El promedio de la liga? El más alto de todos los tiempos, 9.1 K/9.
6. Innings lanzados
Récord actual: Ed Walsh – 464 (1908)
Últimos 40 años: Steve Carlton – 304 (1980)
Esta década: Justin Verlander – 251 (2011)
Olvídense de los 300 innings, porque eso ya parece una cifra de película de ciencia ficción. Es que hasta los lanzadores de 200 innings podrían convertirse pronto en cosa del pasado. En 1980, cuando Carlton lanzó 304 innings, 56 pitchers alcanzaron al menos 200 capítulos. En el 2019, sólo 15 lo hicieron, y había cuatro equipos más en la liga que en los días de Carlton.
Olvídense también de alcanzar el total de Verlander en el 2011. Ningún abridor ha pasado de 230 innings desde que Davie Price lo hiciera en el 2016. Dado que los equipos cada vez le dan más prioridad a menos innings lanzados, pero con máximo esfuerzo, y un robusto bullpen listo para venir al rescate, no es descabellado pensar que la marca de Verlander se convertirá en el nuevo “récord”.
7. Juegos completos para un equipo
Récord actual: 148 JC, por los Medias Rojas de 1904 (un registro tan viejo que para entonces eran conocidos como los Boston Americans)
Últimos 40 años: 94 JC, por los Atléticos de 1980
Desde 2010: 18, por los Filis del 2011
Por supuesto, no son sólo los innings lanzados los que han bajado, sino también los juegos completos. Sí, es evidente que los abridores ya no son vistos de la misma forma en estos días. Pero hace sólo 40 años, los abridores de los Atléticos de 1980 terminaron con 94 juegos completos, con Rick Langford, Mike Norris y Matt Keough cada uno sumando más de 20. Es impactante, porque el equipo que terminó en el segundo lugar, los Cerveceros, sumaron 48. Y también por los nombres de los protagonistas, porque ninguno de esos pitchers llegó a ganar 100 juegos en las Mayores.
Cada uno de esos pitchers de los Atléticos tuvo más juegos completos que los que ha logrado el equipo con más de esos juegos en este siglo. La rotación de los Filis del 2011 con pitchers con estirpe de Cy Young como Roy Halladay, Cliff Lee y Cole Hamels, quienes se combinaron para cubrir la ruta 17 veces (Vance Worley sumó el otro).
E incluso ese número de los Filis luce muy alto ahora. En el 2019, los Medias Blancas y los Indios terminaron empatados en el liderato de juegos completos de la liga con apenas seis.