Por: Rubén Moreta
Las elecciones presidenciales fijadas para el 5 de julio de este año evidencian una polarización entre el candidato opositor Luis Abinader y el ungido oficialista Gonzalo Castillo. Al primero, las encuestas lo marcan como puntero en la aceptación popular y al segundo se le reconoce una revitalización por su actuación durante el período especial que vivimos, consecuencia de la pandemia de Covid 19.
Fue tan notoria la mejoría en la preferencia del candidato oficialista, que el Jefe de Campaña de Abinader, Roberto Fulcar reconoció que “Gonzalo había subido 8 puntos y Luis había bajado 4”.
Las encuestas de cierto prestigio evidenciaban siempre un escenario de segunda vuelta, porque ninguno alcanzaría la mitad más uno de los votos. Sorpresivamente, la firma Gallup en su último estudio de mercado publicado el lunes 22 de junio de 2020, encarama a Luis Abinader con un 53.7%, y desmarca con un 35.5% a Gonzalo Castillo. Igualmente, achica a Leonel Fernández con un 8.6%.
El sentir de las gentes en las calles con quienes uno conversa no me refleja ese salto de pértiga de Abinader y por tanto no comparto que habrá una definición de primera vuelta.
Pero no tengo una bola de cristal y lo más importante es que la mejor encuesta la tendremos el 5 de julio, donde el soberano –el pueblo- se expresará libérrimamente. Y eso está muy cerca.
El autor es Periodista.