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San Juan de la Maguana

Quien Recuerda en San Juan a “Chicho Saca los Dientes”?

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Por: Rubén Moreta 

De mi precaria niñez nunca he podido olvidar aquel fornido hombre tan alto como el cielo, con unos ojos brotados y una pícara sonrisa en su rostro. Precisamente por esa cautivadora sonrisa nunca le tuve miedo, ni los/as otros muchachos/as –creo- tampoco le temían. 

Era el hombre más fuerte que yo había visto. Los días que lo veía consumar algunos de sus actos heroicos de fuerza, confieso que algunas noches tuve variados pensamientos e imaginación.  Por ejemplo: pensaba que el sujeto era un extraterrestre, que lo habían traído en alguna nave espacial, o que era un fantasma terrenal poderoso, o que era un monstruo que simulaba ser humano, o que era Goliat el personaje bíblico, o que era un ser de otro mundo y que –por sus ojos grandes y muy redondos- nos estaba vigilando. Pero cuando volvía a recordar su sonrisa bonachona, cualquier pensamiento negativo se me pasmaba, y dormía sin problema.  

A ese hombre lo vi levantar con sus dientes un saco de arroz de más de cien libras, lo vi cargar dos sacos de azúcar –“de chanchan” -de más de 200 libras cada uno, y lo vi halar vehículos (uno siempre) en la calle Trinitaria, con cuerdas atadas a su cuerpo.  

Nunca supe su nombre, porque nadie lo llamaba por el mismo. A todos yo escuchaba llamarle “chicho saca los dientes”.  Pues yo pase a llamarlo también “chicho saca los dientes”.   

El largo apodo viene a cuentas porque cuando lo abordábamos él, al parecer gustoso y alegre, sacaba con un rápido movimiento su prótesis dental y la exhibía, la cual tenía algunos dientes revestidos de oro, que era moda en esa época. 

Este hombre debió tener más de 300 libras de peso, y lo más significativo: sabía administrar su fuerza, que era tanta que podía arrastrar una vieja camioneta Chevrolet, fabricada con hierro y acero, con una soga atada a su cintura, o levantar de un embrión un saco de azúcar, o subir más alto que su cabeza, en una de sus potentes manos, un/a niño/a y darle muchas vueltas. 

“Chicho saca los dientes” fue el Hulk u Hombre Increíble de mi niñez. 

Este señor se ganaba la vida como estibador, descargando camiones de mercancías en el viejo mercado de la ciudad y luego haciendo carga a domicilio  en su carreta de madera cuadrada de tres ruedas  –que la gente erróneamente suele llamarle carretilla-. 

Si en los años setenta hubiésemos tenido el desarrollo mediático de hoy, “Chicho saca los dientes”, lo presentarían en la televisión y redes sociales digitales -sin dudas- como “el hombre más fuerte del mundo”. 

Era un sujeto de poco hablar. Jamás lo vi conversar con alguien. Solo lo veía sonreír, sacar los dientes, cargar sacos y estibar, y descansar cuando no tenía faena, recostado en su carreta de carga. 

Su nombre real era Francisco Meran Tejeda, hijo de Paulina Meran (Madre) y Eduardo Tejeda (Padre).  Tuvo dos hermanos (Doraliza Meran Tejeda, alias Dora, hermana de padre y madre, y Julio César Sánchez Meran, hermano solo de madre).  Chicho procreó tres hijos (Francisco, Alejandro e Isabel). 

Hoy he querido recordar a este personaje popular, que es parte de la historia sanjuanera, para que no sea otra víctima del “síndrome del olvido” del que les he comentado en otros artículos. 

El autor es Profesor UASD. 

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