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San Juan de la Maguana

Presume tu Cicatriz

A lo largo de nuestras vidas, nuestros cuerpos se convierten en un mapa de experiencias, y muchas veces, las cicatrices que llevamos son testigos silenciosos de aventuras pasadas. Algunas de estas marcas provienen de travesuras de la infancia, momentos en los que la curiosidad y el juego nos llevaron a situaciones inesperadas. Cada cicatriz cuenta una historia, ya sea de alegría o temor. Recuerda a esa madre que mira la su cecearía y contempla a su hijo, donde ve un símbolo de su esfuerzo y lucha en su embarazo; su pequeño ya camina y sonríe, mostrando al mundo que por esa cicatriz ha nacido el fruto de su amor, el cual también ha aprendido a superar pequeños obstáculos.

Sin embargo, hay cicatrices que son más profundas y significativas. Estas pueden surgir de pérdidas dolorosas: la muerte de un ser querido, el final de un amor o incluso la pérdida de un trabajo. Estas experiencias nos marcan de manera diferente, pero cada una lleva consigo una lección invaluable. Al mirar estas cicatrices, podemos recordar que hemos librado batallas difíciles y que, a pesar del dolor, seguimos en pie. Estas marcas son un recordatorio de nuestra fortaleza y resiliencia.

Es fundamental entender que no debemos lamentar lo que ya hemos vivido. Las cicatrices son parte de nuestro viaje y nos han enseñado lecciones importantes sobre la vida. En lugar de escondernos detrás del dolor o la tristeza, debemos aprender a abrazar nuestras historias. Cada cicatriz es un recordatorio de nuestra capacidad para enfrentar adversidades y salir adelante.


Ahora es el momento de levantarnos con confianza y observar lo que nos toca afrontar. Con cada experiencia vivida, hemos ganado sabiduría y fortaleza. Al mirar hacia adelante, debemos hacerlo con la cabeza en alto, sabiendo que hemos aprendido a navegar por el terreno difícil. La vida no siempre es fácil, pero cada desafío superado nos prepara para los próximos.

Presumir nuestras cicatrices no significa vanagloriarse del sufrimiento; más bien, se trata de celebrar nuestra capacidad para sanar y crecer. Cada marca en nuestra piel cuenta una historia de valentía y perseverancia. Al compartir nuestras experiencias con los demás, también inspiramos a quienes pueden estar enfrentando sus propias batallas.

Así que la próxima vez que mires una cicatriz en tu cuerpo, recuerda: es un símbolo de tu fortaleza y supervivencia. Presúmela con orgullo; has pasado por mucho y aún estás aquí. Cada cicatriz es un testimonio de tu viaje personal y una invitación a seguir adelante con valentía.

Escrito por:
MIGUEL IVAN FRIAS JIMENEZ
Capitán del Ejército de República Dominicana
Psicólogo Industrial y Especialista en Terapia y Psicometría.

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