En el artículo cuatro de nuestra constitución se dispone la organización política y jurídica del Estado, establece la división de la Republica Dominicana en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. En esta ocasión nos ocupa el interés de hacer referencia al poder Legislativo, representado por 32 senadores y 190 diputados. En el artículo 91 la constitución nos orienta sobre la composición de la cámara de diputados y en el 82, nos habla sobre las principales atribuciones de cada uno de los parlamentarios de la cámara baja.
Acorde con mi experiencia política puedo decir que pocas veces elegimos a los legisladores más idóneos, precisamente porque desoncemos cual es la responsabilidad que tienen frente al país. Lo que he visto como resultado de las elecciones pasadas, en el caso particular de la provincia San Juan, es que hicimos una gran elección con el Licdo. Frank Ramirez, quien ha dado cátedras de compromiso, y buena gerencia, aspectos que le han colocado muy por encima de sus colegas compueblanos en popularidad, ascenso y proyección política. Muchos sanjuaneros han ocupado una curul en la cámara baja, y la gran mayoría ha pasado sin pena, ni gloria, en el caso de Frank, la historia es otra, ha demostrado ser muy comprometido y sobre todo aguerrido, cuando de defender a su pueblo se trata.
El elevado nivel de formación, del congresista Ramírez, ha sido notorio en el desempeño de sus funciones y, a la vez, pone en evidencia que el discurso ramplón propio de un gran número de políticos hoy, no es garantía del cumplimiento de los compromisos asumidos durante una campaña electoral, más allá de las palabras huecas y sutiles, lo más relevante en el quehacer político es el trabajo a favor de la gente. Este ciclo de 8 meses de labor legislativa del Licdo. Frank Ramírez podemos evaluarla como bastante buena, basándonos en dos aspectos fundamentales, en la dimensión de la representación, y también en cuanto a la búsqueda de soluciones a las problemáticas de las comunidades de la región. Los resultados están ahí, todos somos testigos de ello.
Hemos dado un salto al progreso; porque más que palabrerías desorientadas y sin fundamento ideológico, llevamos un periodo con un legislador que está atento y lleva al centro de la discusión de la vida pública las necesidades de los sanjuaneros para que sean tomadas las mejores decisiones a favor de los moradores de esta provincia. En resumidas cuentas es un diputado que se ha vuelto el amplificador de la voz del pueblo de San Juan.
Finalmente, aclarar que esta reflexión la hago con toda la objetividad que me caracteriza; pues aunque como todo el mundo tengo mis preferencias políticas, a la hora de reflexionar, lo hago como un ciudadano preocupado por el progreso y bienestar de su pueblo, y que entiende que así como se denuncia lo malo, también se debe reconocer el arduo trabajo de los valiosos hombres y mujeres de Quisqueya. Evidentemente, hemos dado un salto al progreso.