La felonía se define como un hecho de deslealtad contra alguien a quien se le confiesa aprecio, amistad, amor estima o cualquier sentimiento afectivo.
No existe una fecha exacta en la cual podamos situar el inicio de esta práctica, sin embargo me atrevo a afirmar que la misma tan vieja como la aparición del hombre, tomando en consideración hechos ocurridos en los tiempos de Moisés, el Padre Abrahán y un poco más reciente, tras la aparición del señor Jesucristo.
La felonía va más allá de la traición. Una forma sencilla de definirla sería una traición exagerada.
Es lamentable ver cómo esta práctica aumenta vertiginosamente a medida que pasa el tiempo , pero más aún, cómo destruye relaciones amistosas, familiares, amorosas, laborales, y sin ser fanático sentimentalista, afirmo que rompe corazones.
Me imagino que fue doloroso para el señor Jesucristo viví las traiciones de que fue víctima. No porque lo traicionaran ni por la forma en que lo hicieron, sino por quiénes lo traicionaron.
Judas: Uno de sus más cercanos colaboradores, Judas: El que más simulaba preocuparse por Jesús, Judas: El hombre que quitaba las espinas del camino para que pasara sin peligro el Maestro.
Simón Pedro: El defensor de Jesús, Pedro: El batallador, Pedro: El que ante amenazas contra el Maestro decía: “ Aunque todos te dejen, Yo nunca me iré de tu lado, siempre estaré contigo”.
Judas vendió al maestro por unas monedas y para enseñárselo a sus enemigos le dio un beso, mientras que Pedro cuando sintió que su vida corría peligro por seguir a Jesús, Dijo: “No sé quién es él, no lo conozco”.
Todo parece indicar que la forma de los felones de hoy sigue siendo la misma de antes. Con la sabia intensión de ganar confianza en su víctima, pretenden sobresalir, se convierten en aduladores, serviles y hasta en sus guaruras, esperando atentamente el momento más apropiado para inferirle la estocada mortal que es la Traición.
La felonía no tiene espacio ni tiempo proferido. Está en cualquier lugar y en cualquier momento. Lo que me preocupa en sí, es que esta práctica llena de espanto y temor a quienes aún creemos en la lealtad y la sinceridad y eso podría llevarnos a confundir una cosa con la otra.