Que no te recuerden no siempre significa que se hayan olvidado de ti. En estos tiempos de inmediatez, donde todo es rápido y fugaz, muchas cosas se nos escapan sin darnos cuenta. Vivimos rodeados de notificaciones, pantallas y urgencias que nos empujan a seguir adelante sin detenernos a mirar a los lados, ni hacia adentro.
La velocidad del mundo nos ha hecho olvidar lo esencial. A veces se nos olvida comer con calma, vestirnos sin prisa o simplemente respirar. También se nos olvida llamar a alguien que queremos, responder un mensaje pendiente o decir “te quiero” cuando lo sentimos. No siempre es falta de amor o de interés; muchas veces es solo desconexión.
Ese pensamiento de llamar a alguien, de escribirle o de hacer algo bonito, aparece de repente, pero si no lo atendemos en el momento, se va. Se va tan rápido como un comercial de televisión. Y cuando desaparece, creemos que luego habrá tiempo, pero ese “luego” muchas veces no llega.
Esta queja silenciosa que hoy nos envuelve está levantando muros entre las personas que más amamos. Muros hechos de excusas, de cansancio y de distracciones. Sin querer, dejamos pasar días, semanas o años sin decir lo que sentimos, confiando en que el otro “ya lo sabe”.
Por eso es necesario luchar con nosotros mismos. Detenernos y tomar conciencia. Hacer una lista, una agenda o una nota en el celular que nos recuerde lo importante. No solo las tareas del día, sino también los nombres de quienes merecen nuestro tiempo y nuestra atención.
Incluyamos en esa lista llamar, escribir o visitar a nuestros seres queridos. Decirles que los amamos, que pensamos en ellos, que son importantes. Hoy estamos aquí, pero mañana no lo sabemos. No dejemos que el ruido del mundo apague lo que realmente importa.
Escrito por:
MIGUEL IVAN FRIAS JIMENEZ
Capitán del Ejército de República Dominicana
Psicólogo Industrial y Especialista en Terapia y Psicometría.
