Por Heidy Beras
Periodista
Santo Domingo.– El cambio climático va más allá de una preocupación ambiental, es más un problema multisectorial que ha convertido en incierto el futuro de los niños y niñas de República Dominicana. De acuerdo a datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el 40% de los desplazados por desastres naturales en el país, serían niños. Realidad que hace eminente la creación de políticas públicas que disminuyan este porcentaje de vulnerabilidad.
En República Dominicana los niños y las niñas enfrentan complejos desafíos debido al cambio climático, pero la situación de vulnerabilidad es más grave en las zonas costeras del país, debido a la perdida de territorio por el aumento del nivel del mar, que amenaza las comunidades locales, exponiendo a los niños al desplazamiento, interrupción de su educación, limitación al acceso de servicios básicos; además de exponerlos a contraer enfermedades infecciosas y transmisibles, como Zika, Dengue, y Chikungunya.
Sumado a esto, las alteraciones en los patrones climáticos han provocado un aumento en la intensidad de fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes y tormentas tropicales, ocasionando inundaciones y deslizamientos de tierra, lo que muchas veces repercute en que los infantes pierdan sus hogares, poniendo en riesgo la vida y seguridad de los menores.
La sequía es otra consecuencia de este fenómeno mundial que pone en riesgo la disponibilidad de alimentos, pues la falta de lluvia incide en el deterioro de las cosechas, provocando la desnutrición infantil. De acuerdo al informe ENHOGAR-MICS 2019, realizado por la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), dos de cada 100 niños enfrentan desnutrición aguda.
En ese sentido, el Vicepresidente Ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL), Max Puig, ha destacado la importancia de trabajar de manera articulada, y la voluntad política del gobierno ´´ ¿Se preguntarán que trabajamos? Pues les cuento que la vulnerabilidad de la niñez ante el cambio climático es objetivo 1A para este consejo, por eso continuamos avanzando en la realización del estudio Situación de la Infancia frente al Cambio Climático en la República Dominicana. Estamos viendo las cosas de desde una perspectiva amplía, cada una de las instituciones están muy conscientes de su rol´´.
Otra de las acciones que podemos mencionar es la inclusión de los derechos de la infancia en los compromisos climáticos, como parte de su Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) del año 2024. Pero pese a estos esfuerzos, se necesita hacer más, desde el sector salud, educación y acciones preventivas respaldadas en políticas públicas efectivas.
Ya no se trata solo de una necesidad general, estamos hablando de que cuidar a los niños y niñas ante los efectos adversos del cambio climático, a través de un buen sistema de adaptación, se debe convertir en un derecho para garantizarles es un futuro seguro.