Por Rubén Moreta
La Batalla de Santomé, celebrada en San Juan de la Maguana el 22 de diciembre del 1855, contribuyó a sellar el proceso de Independencia Nacional, iniciado la noche del 27 de febrero del 1844.
Un regio monumento fue erigido en honor a los héroes de esta gesta patriótica en esa ciudad sureña, pero en la actualidad, ese espacio está siendo mancillado por la instalación de un motel de mala muerte frente a ese monumento.
Me apena y avergüenza que en la gestión como Alcaldesa Municipal de una mujer profesional, culta y brillante como Hanói Yaquelín Sánchez Paniagua, se hayan dado los permisos y/o autorización para que se construya y/o se ponga en funcionamiento ese motel de “mala muerte”, (donde se practican caricias y actividad sexual a doscientos cincuenta pesos de paso y a trescientos pesos con dormida), frente a frente al monumento a los héroes de la gloriosa Batalla de Santomé, en la salida oeste de la ciudad de San Juan de la Maguana.
Me apena y avergüenza que se permita un antro de este tipo, en un lugar que rememora y reverencia el honor, arrojo y valentía de los soldados proceros, que bajo el mando del General José María Cabral y Luna, lograron infligirle la más humillante derrota a los invasores haitianos, en una acción bélica que contribuyó a consolidar la soberanía nacional.
Me apena y avergüenza que en la Sala Capitular o Concejo de Regidores de San Juan de la Maguana sean cómplices de esta horrenda afrenta.
Me apena y avergüenza el abandono generalizado del Monumento a los Héroes de Santomé, por parte de las actuales autoridades del Ayuntamiento Municipal.
Me apena y avergüenza la infravaloración que tienen nuestros líderes edilicios de los elementos históricos y culturales, que dan sentido a la dominicanidad y definen los perfiles identitarios de nuestra nación.
Y me apena y vergüenza que la Honorable Alcaldesa Hanói Sánchez Paniagua y los honorables regidores, justiprecien de forma tan exigua un espacio histórico como la Sabana de Santomé, permitiendo el funcionamiento de ese motel de baja estofa.
El autor es Profesor UASD.