Azua, RD.– En medio de lágrimas y llantos fueron sepultados los restos de un niño de tres años, quien fue víctima de una picadura del mosquito transmisor del dengue.
El suceso ocurrió en el kilómetro 7 de Azua.
Con el corazón roto, llora la abuela desconsoladamente el fallecimiento de su nieto Breilin Montero Ogando.
“En el hospital Taiwán no me hicieron caso; eso empeoró la salud de mi hijo hasta provocarle la muerte”, lloraba impotente la madre del niño.
Se dijo que el niño fue referido desde el hospital Taiwán a un centro médico de Santo Domingo, pero que ya no había tiempo.