NUEVA YORK._ El Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), aclaró, que el oficial Brian Mulkeen de 33 años de edad, y quien murió de tres balazos en el hospital Jacobi de El Bronx, no fue asesinado por el pandillero Antonio Williams, con quien luchaba cuerpo a cuerpo para tratar de arrestarlo, sino por las balas de sus propios compañeros de uniforme, en una muerte que el NYPD tipifica como resultado de “fuego amigo”.
El comisionado del NYPD James O’Neill dijo que el oficial fue alcanzado dos veces por balas policiales durante la confrontación del domingo con el pandillero, al que perseguía cuando huía, tumbó al suelo y trató de arrestarlo.
El pandillero tenía un revólver calibre .32, que no fue usado, pero cuando los compañeros de la víctima llegaron a la escena, dispararon sin asegurarse de tomar un ángulo desde el que sus balas no impactaran al agente que luchaba.
“Este es un caso trágico de fuego amigo”, dijo O’Neill durante una conferencia de prensa en la sede de la policía.
El sospechoso de 27 años, también murió durante el tiroteo en el que varios oficiales dispararon. Todo el intercambio tomó alrededor de 10 segundos, dijo O’Neill.
Los policías dijeron el domingo que Williams había arrebatado el arma del oficial mientras los dos hombres luchaban en el suelo, añadiendo que el video de la cámara del cuerpo había grabado al agente Mulkeen diciendo que “¡lo está alcanzando!”, en referencia a que el pandillero le estaba quitando su arma de reglamento.
Pero la policía dijo ayer lunes que Mulkeen retuvo el control de su arma y disparó varios tiros durante el cuerpo a cuerpo.
Mulkeen es el segundo policía de la ciudad, cae este año por el “fuego amigo”.
El detective Brian Simonsen murió en febrero después de ser impactado por un balazo en el pecho disparado por uno de sus compañeros, cuando él y otros seis oficiales dispararon 42 tiros contra un sospechoso que avanzaba hacia ellos, pero tenía una pistola falsa, aunque apretó el gatillo.