“La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, en la misma que la vida tomará ante mí.” Gandhi.
Hoy en día con el corres la de la vida, se nos hace difícil sonreír. Estamos viviendo en una sociedad muy agresiva, que después de la pandemia pasada, cada individuo viste una coraza de egoísmo. En medio de las crisis nos centramos en el yo, las cuales pudimos contemplar en las diversas peleas de los lugares comerciales, hasta por un simple papel de baño.
¿Qué nos ha pasado que se nos ha olvidado sonreír?, compartir una simple sonrisa con alguien aun sin conocer, puede sanar el día.
Un día le preguntaron a Mahatma Gandhi cuales eran los factores que destruyen al ser humano. El respondió así:
- La política sin principios,
- El Placer sin Compromiso,
- Las riquezas sin trabajo,
- La sabiduría sin carácter,
- Los negocios sin moral,
- La ciencia sin humanidad, y
- La oración sin caridad….
Igualmente expreso que la vida le había enseñado que:
- La gente es amable, si yo soy amable.
- Las personas están tristes, si yo estoy triste.
- Todos me quieren, si yo los quiero.
- Todos son malos, si yo los odio.
- Hay caras sonrientes, si les sonrió.
- Hay caras amargadas, si estoy amargado.
- El mundo está feliz, si yo estoy feliz.
- La gente se enoja, si yo estoy enojado.
- Que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo:
Si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, en la misma que la vida tomará ante mí.
En una ocasión leí una historia sobre el perro en entro a un lugar buscado refugio, donde en dicho lugar había mil perros igual que él. Enseguida les movió la cola y les sonrió, los mil perritos hicieron lo mismo, haciendo de esto para él una experiencia agradable, quedando con el deseo de volver.
Así mismo entro otro perrito a dicho lugar, y al ver los mil perros se asustó mucho y gruño, ladro, hasta salir corriendo de aquel lugar, diciéndose para sí: qué lugar tan espantoso, no volveré a ese lugar. En la Salida había un letrero que decía: “La Casa de los Mil Espejos.
En el breve paso que nos resta en este mundo, cultivemos momentos buenos y agradables para nosotros y los demás. Sonríe que se necesitan mover más músculos estar enfadado que para sonreír.
El autor es: Miguel Iván Frías Jiménez
Licenciado en Psicología Industrial,
Especialista en Psicometría y Orientación,
Capitán del Ejercito de Republica Dominicana.