Santo Domingo.- La exdiputada por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y exmiembro de la Comisión de Equidad de Género de la Cámara de Diputados, Ana María Peña, se pronunció este martes sobre la reciente propuesta de crear un “Ministerio para el Hombre”, calificándola como innecesaria y contraproducente para el avance real de la equidad de género en el país.
Peña expresó que, en lugar de crear nuevas estructuras institucionales, el enfoque del Estado debe centrarse en fortalecer y revisar las políticas de equidad ya existentes, muchas de las cuales aún enfrentan serias limitaciones en su implementación.
“El verdadero camino hacia la equidad no está en añadir burocracia, sino en garantizar que las leyes y programas actuales funcionen de manera eficaz y justa”, indicó.
La exlegisladora recordó que durante décadas muchas leyes y políticas han favorecido históricamente a los hombres, dejando de lado las necesidades, derechos y oportunidades de las mujeres. En ese contexto, advirtió que crear un nuevo ministerio para los hombres podría desviar recursos y atención de las brechas reales de género que aún persisten en áreas como el empleo, la salud, la justicia y la participación política.
Asimismo, destacó que la equidad de género no es una causa exclusiva de las mujeres, sino un objetivo de justicia social que beneficia a toda la sociedad, al promover relaciones más balanceadas y entornos más justos tanto en el ámbito público como privado.
“Fortalecer lo que ya tenemos nos llevará mucho más lejos que crear instituciones que no responden a una necesidad urgente”, enfatizó.
Para Peña, la propuesta del “Ministerio para el Hombre” debe tomarse como una oportunidad para reflexionar sobre las verdaderas prioridades en materia de equidad.
Reiteró su llamado a revisar y modernizar las leyes, asignar más recursos a los mecanismos existentes y capacitar a las instituciones públicas con perspectiva de género.
“Lo que este país necesita es compromiso real con la equidad, no estructuras simbólicas. La equidad de género debe ser una política transversal que beneficie a todos, no una competencia de espacios institucionales. Solo así construiremos una sociedad verdaderamente justa y equitativa”, concluyó Ana María Peña.