Con tan solo un mensaje vía WhatsApp (una de las plataformas de mensajería de Meta) los narcotraficantes en Puerto Rico coordinan, actualmente, encuentros para completar sus transacciones en lugares públicos o mediante entregas a domicilio, alertó esta mañana el comisionado de la Policía, Antonio López Figueroa.
Según la pesquisa policiaca, los vendedores de drogas colgaban mensajes en la sección de historias “stories” de dicha red social para promocionar la venta del material ilícito. La promoción, según las autoridades, incluía un menú de la droga disponible, así como la fecha, hora y el lugar donde se estaría distribuyendo para que los consumidores interesados alertaran de su interés y así coordinar la venta ilegal.
Además, la coordinación, según la Policía, implicaba que el comprador recibía mensajes específicos, de parte del vendedor, en los que le daba instrucciones del lugar donde debía recoger la droga, dónde se iba a estacionar y cómo tomar la droga sin ver el rostro del vendedor.
“Con la modalidad relacionada a la venta de drogas por las redes (sociales), se hace el contacto por redes, la persona ofrece la droga ilícita, entonces, yo -como cliente- le hago una llamada, hago un acuerdo con él (vendedor) para encontrarme en un sitio específico y, entonces, una de las instrucciones es no mirarle el rostro”, explicó el coronel.
Sus expresiones se dieron durante una conferencia de prensa en la que anunciaron que ese era el modus operandi una red criminal, liderada por cinco personas que acudían en automóviles de marcas Lexus y Acura a entregar la droga.
Los cinco delincuentes son parte de un saldo de 84 personas vinculadas a delitos de trasiego de drogas que fueron arrestadas desde hace una semana hasta hoy, durante múltiples operativos en diversos pueblos.
Las intervenciones, además de los arrestos, resultaron en la incautación de los siguientes artículos: 44 armas de fuego (10 rifles Y 34 pistolas); 2,000 municiones; $133,000 en efectivo; y una cantidad abundante de drogas, que incluyen 1,111 kilos de cocaína.
Desde drogas, rifles y un caimán: la evidencia que incautó la Policía durante múltiples intervenciones
