Por Gilberto Mateo
Los negocios en los pueblos del Sur antes eran muy pocos, no había las condiciones para un crecimiento sostenible, el mercado estaba en manos de pocos, no se tenía visión de crecimiento y otros factores más.
La competencia por venta de marcas de gran renombre en la República Dominicana cada día va en aumento; todas las cadenas quieren vender a como dé lugar.

Este libre mercado existente en el país es muy favorable para los clientes diversos: quieren comprar bueno, rápido y fácil.
Debo expresar un gran respeto por esos apasionados comerciantes que por décadas han logrado hacer crecer una empresa desde cero, trabajando de sol a sol y, sobre todo, sin dejarse contaminar de dinero impuro.
Ahora la suerte está echada; ya las grandes marcas no solo se quedan en Baní y San Cristóbal: ya llegaron a San Juan.
Ninguna de estas reconocidas franquicias se colocan en ningún pueblo sin antes hacer su respectivo estudio de mercado para tener claros sus riesgos y ventajas de inversión.
El comercio de San Juan ahora debe abocarse a una serie de ajustes en su organigrama de precios, servicios, calidad y otros aspectos muy importantes.
Las marcas que ya están brindando servicios en San Juan lucen a casa llena; están recibiendo el apoyo mayoritario de los sureños.
El cliente se mueve constantemente, a la gente le gusta saber qué es lo nuevo que hay, probar precios, calidad, servicio.
Que, a propósito de servicios, a los empresarios de pueblo en su mayoría no les importa cómo su colaborador trata al cliente; hay mucha dejadez, maltrato y todo tipo de improperios a los usuarios, y eso nadie lo resuelve.
Estas empresas que se están instalando nuevas son excelentes en buen servicio; sus colaboradores son amables, decentes, empáticos y siempre estarán sonrientes a la hora de atender a cualquier persona.
Tienen gran estrategia, saben cómo penetrar y quedarse con los usuarios.
El gran reto es para estos negocios locales; la mayoría carece de todo lo que a las cadenas les sobra, y ese es el reto: adecuarse para competir.
Es tiempo de que suceda esa transformación en todos los negocios locales. Vamos, vamos, no podemos quedarnos atrás; el éxito nos espera ahora, en este tiempo donde se expanden los servicios, y es en serio.
Vale resaltar que estas aperturas son de mucha importancia para el crecimiento local, modernidad, servicios, creación de nuevas fuentes de empleos y avance real para la provincia San Juan.
Sean bienvenidas todas las nuevas cadenas, y las nuestras agilicen el paso; no se dejen desplazar, sí se puede.




