San Juan.- La Diócesis de San Juan de la Maguana y el Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida realizaron este sábado una multitudinaria misa en contra de la explotación minera en la Cordillera Central.
La eucaristía fue celebrada en el muro de la Presa de Sabaneta, encabezada por Monseñor Tomas Alejo Concepción, Obispo de la Diócesis de San Juan y los sacerdotes de las diferentes parroquias de la diócesis.
“Hoy es la segunda vez que venimos a este lugar a implorar el nombre y la sabiduría de Dios para que ilumine al Señor presidente Luis Rodolfo Abinader Corona para que no apruebe el acto de genocidio ambiental más grande que se producirá en el país, si se permite la explotación minera en la Cordillera Central”-advirtió monseñor Tomás Alejo Concepción, Obispo de la Diócesis de San Juan.
Al final de la actividad Filimón Batista leyó un manifiesto donde señala que “hoy como ayer, la amenaza al recurso hídrico está latente de ser transferido a otras prioridades particulares por décadas y décadas. San Juan ha decidido no cruzar la frontera hacia un distrito minero por ser una región de vocación agrícola, cuya materia prima es el agua, tanto para la agricultura, el consumo humano y de los animales”.
El vocero de Suroeste Unido por el Agua y la Vida sostuvo que “la Cordillera Central, por su alta complejidad y sensibilidad ambiental, no es apta para la actividad minera” y advirtió que “la biodiversidad y la armonía de los ecosistemas de la zona van a desaparecer, creando así la desintegración de los elementos, tanto en el subsuelo como en la superficie”.
En el manifiesto se establece que “la región suroeste tiene una extensión territorial con potencial irrigable que supera 1,500,000 (un millón quinientas mil) tareas irrigables, de las cuales 550,000 (Quinientas cincuenta mil) están en nuestro valle y también siete provincias del sur y al menos 47 municipios se abastecen de las aguas del Yaque del Sur y sus afluentes, alcanzando un millón quinientos mil usuarios y consumidores directos. Solo de las aguas del Río San Juan se suministran cuatro acueductos para beneficio de ciento sesenta mil habitantes”.
El Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida sostiene que “la amenaza de la actividad minera no es sólo para el Valle de San Juan, el problema se extiende a todas las provincias del Sur, porque la vida depende de las aguas de las Presas de Sabaneta, Sabana Yegua, Palomino y Monte Grande.
Denuncia que “estamos hoy ante una Epidemia Minera, en la que todos tenemos que tomarnos el mismo calmante y decirle a las empresas mineras transnacionales: “Las aguas de la Cordillera Central no se tocan” porque ellas son “un patrimonio nacional estratégico, de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la vida, conforme el artículo 15 de la Constitución.
“San Juan de la Maguana y todo el Sur, como un solo cuerpo que se baña con una misma agua, volvemos a clamar con voz fuerte: “el agua es un tesoro y vale más que el oro”-indica el manifiesto.
La coalición ambientalista señala que “estamos dispuestos a defender la única riqueza que a todos nos beneficia. Los resultados del uso del agua para este Valle son más que evidentes, por lo que San Juan no se puede aventurar con una prosperidad económica efímera y volátil, poniendo en manos de otros su agua”.
En el próximo siglo el que tenga poder sobre el agua será el dueño de los pueblos y de la vida de la gente. San Juan defiende su recurso hídrico hoy. No hay mañana. El proyecto Romero y los demás yacimientos adyacentes ubicados en toda la Cordillera Central, desde el Tetero, Joca, haciendo frontera con las lomas que colindan con Santiago Rodríguez tienen un alcance es 22, 642 hectáreas, denuncia la organización.
El Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida denuncia que “estas minas van en cadena, y la terminación de una es el inicio de la otra: Valentín, Descansadero, Las tres Veredas, Agüita Fría, Toribio, Los Limones, Gajo la Guama, Palo de la Rosa, Piedra Dura II, la Guinea, La Pelada, Alto de los Chivos, Loma Cachimbo II, Tachuela fase II, Arroyo la Vaca, Tocón de Pino, Jengibre II, Juan de Herrera II y Hércules” y Romero, que es la puerta de entrada a todos los demás.
“Como movimiento de lucha por la defensa del Medio Ambiente se nos acusa de todo, pero lo más importante es que estamos aquí junto al pueblo, los productores agropecuarios, los profesionales, las amas de casa, los religiosos, los hombres y mujeres que aman este pueblo y esta región, sin esperar nada a cambio, solo con la esperanza de dejar un medio ambiente en que la próxima generación pueda vivir como nosotros, con un poco de agua sana”-destaca en su proclama leída al concluir la misa en el muro de la presa de Sabaneta.
Destaca el manifiesto que “San Juan de la Maguana confía en que el presidente Luis Abinader Corona, cumplirá lo que rige la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en sus artículos 86 y 87 sobre la contaminación de las aguas, que estable prohibir ubicar todo tipo de instalaciones en las zonas de influencia de fuentes de abasto de agua a la población y a las industrias, cuyos residuales, aún tratados, presenten riesgos potenciales de contaminación de orden físico, químico, orgánico, térmico, radioactivo o de cualquier otra naturaleza, o presenten riesgos potenciales de contaminación”.
Recuerda el Movimiento Suroeste Unido por el Agua y la Vida que “en el mes de mayo del presente año la UNESCO declaró la Cordillera Central como “Reserva de la Biósfera madre de todas las aguas”, por lo que nadie puede atentar contra ese patrimonio nacional estratégico en la producción de agua para las regiones del país, que es fundamental para el cultivo de los diferentes alimentos y productos que se integran a la cadena alimenticia de todo el país, y que se producen en las Regiones Norte y Sur”.
Las organizaciones sociales y religiosas presentes queremos aprovechar la ocasión para apelar a las más altas instancias, que son las autoridades públicas, en especial al presidente Luis Abinader Corona, a fin de que detengan los aprestos de intervención minera en la Cordillera Central y así llevar tranquilidad y paz a las familias de la afanada y productiva región sur del país, ya que las pretensiones de la empresa GoldQuest Mining Corp. y otras empresas que se esconden a la espera de una primera decisión favorable, antes que llenar de esperanza a estos pueblos lo que han hecho es llevar desconcierto y desesperanza a las familias sureñas.
Concluyeron solicitando la presencia cuanto antes en San Juan de los ministros de Energía y Minas y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para que vengan a constatar el terrible daño ecológico que producirá una explotación minera en todo este valle y la región sur”