Santo Domingo.- El catedrático universitario Héctor Manuel Rodríguez Cruz, quien también funge como director ejecutivo de la Asociación de Editores de República Dominicana (Aderedo), exhortó al ministro de Educación, Ángel Hernández, que acepte dialogar con el sector editor de libros de texto, con el objetivo de superar la escasez y déficit de esos textos escolares que afecta actualmente a cientos de miles de estudiantes en todo el territorio nacional.
“Me sumo al debate en interés de aportar algunas ideas para un diálogo necesario entre ambos sectores. Todo lo que suceda en torno a esta situación deberá estar precedido por un diálogo sereno y respetuoso en el cual no se avasalle a nadie. Con esta diafanidad deben manejarse las “cosas de la educación”, sobre todo, en un país que disfruta de una democracia vigorosa”, sostuvo Rodríguez Cruz.
Según el maestro universitario, dejar a los niños sin libros de texto puede generar que éstos tengan que dedicar buena parte de su horario escolar a copiar contenidos de la pizarra, lo que reduce en exceso el tiempo disponible para el aprendizaje significativo y participativo. Rodríguez Cruz aclaró que esa reflexión fue tomada del informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo publicado en el 2016 por la UNESCO.
Igualmente, el director ejecutivo de Aderedo resaltó también que dicho informe advierte que “la cantidad que un país destina a materiales didácticos es un buen indicador de su compromiso de ofrecer una educación de calidad para todos. Para que la educación de un país tenga calidad se debe disponer de libros de texto bien elaborados y en cantidad suficiente”.
En ese sentido, el profesor universitario reiteró el llamado al ministro Hernández para que se sume al diálogo con el sector de editores de libros de texto y expresó que el mismo no sea evitado ni postergado para que así no concluyamos este, y talvez el otro, año escolar sin libros de textos para todos los estudiantes.
Del mismo modo, sentenció que quien se niegue al diálogo debe saber que contamina la educación del país con mensajes poco “educados”. El problema debe ser tratado como muy serio, delicado, urgente y comunitario, indicó Rodríguez Cruz.
“No hacerlo así constituye una irresponsabilidad que atenta contra la calidad de la educación de nuestro país y hace un flaco servicio a la Marca (educativa) País. Con el agravante de puede conducir al país a un fracaso educativo que dejará penosos resultados, tanto en las Pruebas Nacionales como en Pruebas PISA, así como un hándicap para los grados superiores y el ingreso a la universidad” dijo el director ejecutivo de Aderedo.