"(El secretario general) llama a las autoridades congoleñas a investigar estos incidentes y a llevar a los responsables ante la Justicia, teniendo en cuenta la naturaleza reprochable de estos ataques en lugares donde civiles que ya se habían visto desplazados por el conflicto y buscaban protección y ayuda humanitaria", asegura un comunicado remitido en nombre de Guterres.
El texto señala que además de los 58 civiles fallecidos, otros 36 resultaron heridos. Y apunta que, tras el suceso, la misión de paz de la ONU en la RDC (Monusco) desplegó una patrulla en el campo de refugiados, lo que causó un fuego cruzado con los rebeldes en las primeras horas del miércoles que llevó a los insurgentes a abandonar la zona.
El ataque fue cometido por rebeldes de Codeco durante la noche del martes al miércoles en el campamento de desplazados conocido como Plaine Savo, en la provincia de Ituri, que acoge a más de 60.000 personas.
Los rebeldes incendiaron también las cabañas de lona que los desplazados usaban como alojamiento, según el medio local Radio Okapi.
Codeco es un grupo rebelde poco conocido que nació en 2018 con el objetivo de luchar contra los abusos del Ejército del país, si bien ha llevado a cabo numerosos asesinatos de civiles y ha multiplicado sus ataques durante el último año en la provincia de Ituri.
A mediados de noviembre pasado, presuntos rebeldes de la Codeco atacaron varios asentamientos de desplazados internos también en Ituri y mataron a decenas de personas.
Según el Barómetro de Seguridad de Kivu (KST, en sus siglas en inglés), Codeco ha matado por lo menos a 400 personas en 147 ataques desde abril de 2021, convirtiéndose en la segunda milicia más criminal de la región en la actualidad.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de soldados del Ejército, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco), que tiene desplegados más de 14.000 soldados. EFE