Por: Edwin Medina.
La política cambia constantemente, por lo que debe ser incluyente y propugnar para que se empodere la gente. Desde hacen varios días se escuchan voces que aclaman: ¡Que siga Lucía!
Lucía Medina Sánchez, ha demostrado ser una persona muy paciente en la política dominicana. La muestra está en esperar 120 meses para ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados.
Sin nunca decir ¨Yo aspiro¨, acogió las decisiones del Comité Político cuando decidieron como el principal de todos los legisladores y por un periodo de cuatro años al abogado Julio César Valentín, quien no continuó en su función porque pasó a ser senador de la provincia Santiago; y luego, durante 6 años al educador y abogado Abel Martínez, que tampoco prosiguió, dado que fue electo alcalde del municipio de Santiago de los Caballeros.
Dada la coyuntura del momento en el 2016, hubo que sacrificar a Lucía Medina con un acuerdo, a quien le correspondía por su experiencia adquirida en la vicepresidencia de la Cámara y su trayectoria política para pasar a ocupar la posición de máxima representante de la entidad legislativa.
Una vez más, el momento político ha presentado la oportunidad de hacer un nuevo acuerdo que le permita continuar en la presidencia y que siga demostrando que su espacio en la política dominicana ha sido construido por su dedicación al servicio de todos y por el trabajo constante para una mejor nación.