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San Juan de la Maguana

A más de mitad de la población no le llega agua a la casa

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Estudios indican que la cobertura de agua potable en el país era mejor en 1990; Expertos piden prestar atención Garantizar el servicio de agua potable a cada persona está consignado en la Constitución dominicana, es el blanco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM)y pilar de la Estrategia Nacional de Desarrollo, pero lejos de cumplir esta meta varios estudios evidencian un retroceso en el país en la cobertura de este básico servicio.

Organismos nacionales e internacional coinciden en que el acceso al agua potable es el principal indicador de progreso de una nación, y pese a que a que en los últimos años el tema ha estado en la agenda de gobiernos, al punto de declararse el “Cuatrienio del Agua” (2016-2020), los datos arrojados por encuestas y opiniones de expertos concuerdan en que la calidad y el acceso a este recurso continúa limitado.

El Censo Nacional de 2010 revela que el porcentaje de hogares que recibe el agua desde el interior de la vivienda es apenas de 46.27 %. Dicho de otra forma, al 53.73 % de los hogares no les llega el vital líquido a la casa.

Es decir 1,236,201 del total de 2,671,979 hogares tienen la facilidad de disponer del líquido desde las llaves de sus casas.

Las estadísticas proporcionadas por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), precisan que el número de hogares que recibe el agua desde el patio de la vivienda es de 559,707, lo que representa el 20 %. Mientras la cantidad de hogares que reciben el agua potable desde una llave pública es de 110,203, lo que es igual al 4.12 %.

Conforme al último censo, para esa fecha existían 195,100 hogares a los que les llega el agua través de un tubo de la calle, representando el 7.30 %. Aquellos hogares que se suministran de agua a través de pozo llegan a 203,396, para un 7.61 %.
En tanto, los hogares que se abastecen del líquido directamente de las lluvias son 32,004, igual a 1.20 %. Para el especialista, y miembro de la Mesa de Agua, Roberto Castillo Tió, esta situación no ha cambiado mucho.

De acuerdo con el “Segundo Informe de Monitoreo de los Avances de País en Agua Potable y Saneamiento”, de diciembre de 2016, presentado por el Banco Mundial, la cobertura de agua potable a nivel nacional es de un 85 %. En la parte urbana, el servicio llega al 86% y en la rural a un 82%.

Estos niveles de cobertura son ligeramente menor comparado con el 1990, año en que el servicio cubría el 87 % de la población nacional, según consta en el documento.“La población sin acceso a agua potable aumentó de 13% a 15%”, destaca.

La conclusión del informe, cuya elaboración contó con la participación de instituciones nacionales y proveedores de agua potable a nivel nacional, es la siguiente: “Para el 2015, el país no pudo alcanzar las metas de los Objetivos del Milenio (ODM)” respecto a la cobertura del agua potable, que apuntaba a llegar al 96 % de la población. Precisa que para el año 2015 en República Dominicana 1.5 millones de personas carecían de acceso a servicios mejorados de agua potable (18% de la población rural y 14% de la urbana).

El análisis de los datos arroja que la población urbana con acceso mejorado a servicios de agua potable disminuyó en un 11% entre los años 1990 y 2015; al caer del 97% al 86% durante dicho período.

En la zona rural el comportamiento fue diferente. En el mismo período, la población rural experimentó un incremento en la cobertura, pasando de un 76% en el 1990, a un 82% para el 2015.

La explicación a estas variaciones radica principalmente, según el estudio, en el acelerado proceso de emigración que ha experimentado el país en las últimas décadas desde zonas rurales hacia las ciudades.

En el documento también se observa una caída de las inversiones públicas en el sector agua potable. “La reducción de la inversión en el sector anula la posibilidad de mantener el nivel de cobertura de los servicios y expandirlos hacia el segmento de la población que no los tiene, sumado al pobre desempeño de la gestión, considerada como una de las principales causas del deterioro sectorial”, destaca. Pero estas estadísticas difieren mucho con las del último informe del Ministerio de Economía Planificación y Desarrollo (MEPYD) sobre el cumplimiento de los ODM, citado en esta investigación, que indica que el país alcanzó la meta de reducir a la mitad la proporción de la población que en 1991 no tenía acceso a agua potable (33.6%), lo que implicaba elevar la cobertura de acceso de 66.4% a 83.2%, en el 2015.

Se pierde más de la mitad del agua

Según consta en la Estrategia Nacional de Saneamiento, impulsada desde el 2012 por la Mesa del Agua, más del 65% del agua se pierde en fugas.

Este estudio destaca que en el país el servicio de agua potable es discontinuo, la calidad del líquido es baja y existen grandes brechas entre provincias y entre ámbito rural y urbano.

De hecho, indica que entre los factores que impiden el saneamiento de República Dominicana incide que sólo el 58% de los hogares cuenta con conexión domiciliaria.

Otros datos que resalta el documento es que el 9.5% de la población acude a aguas superficiales naturales y que 78% de la población toma agua embotellada porque no confía en la calidad del servicio suministrado.

La Estrategia Nacional de Saneamiento persigue, entre otros puntos, una sociedad con acceso universal a servicios de calidad del agua potable, prestados bajo un marco de sostenibilidad económico-financiera, institucionalidad fortalecida con operadores que prestan servicios de forma eficiente y una sociedad que participa activamente en la gestión.

Una investigación del Observatorio Político Dominicano, que data del 2014, indica que en el territorio nacional hay seis regiones hidrográficas con 97 cuencas principales y 556 secundarias, que en su conjunto ofrecen una disponibilidad de 19.4 millones de metros cúbicos.

Destaca que el país cuenta con 34 presas, construidas en su mayoría entre 1965 y 1986, pero las mismas tienen altos niveles de sedimentación, lo que reduce el potencial de operación.

“Sin embargo, la oferta real yace en la capacidad de almacenamiento de las presas y embalses y en la extracción de agua subterránea”, sostiene el estudio.

Atribuye la pérdida del 65 % del agua que se produce al deterioro de la infraestructura y la obsolescencia de los catastros, la baja cobranza, las fugas, el fraude robo, y el indulto periódico de las cuentas morosas. Concluye en que “puede considerarse que el agua disponible es abundante, pero la manera en que se distribuye espacial y estacionalmente, en adición al alto consumo en riego, agua potable y la precariedad del saneamiento se traduce en escasez”.

Expertos recomiendan aprobar la Ley de Agua

Expertos en la materia coinciden en que el país debe abocarse a la aprobación de un marco legal que regule este sector. Martín Meléndez, coordinador de la maestría en Recursos Hidráulicos del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), deploró que quienes reciben el agua potable desde sus casas tampoco pueden contar con un servicio estable las 24 horas del día y los siete días de la semana.

El profesor en Ingeniería Sanitaria y Ambiental criticó que haya un 38 % de plantas de tratamiento que no tienen un sistema de cloración. Explicó que gran parte de las fallas en este servicio se deben al deterioro que presentan los sistemas, muchos de los cuales tienen tuberías obsoletas, que, según precisó, deben ser cambiadas cada 30 años regularmente. Al referirse a las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio en este renglón, dijo: “Yo no quisiera ser negativo, pero con respecto a las aguas estamos muy mal”. Consideró que para mejorar estas estadísticas, el país debe abocarse a la aprobación de la Ley de Agua. Mientras que el especialista en el tema, Roberto Castillo Tió, afirmó que la situación del agua potable en República Dominicana no ha mejorado significativamente. “Hay esfuerzos importantes, pero no ha mejorado en la magnitud que nosotros como país debíamos haber alcanzado”, sostuvo. El también miembro de la Mesa del Agua indicó que en el indicador agua, el país no pudo completar las metas de los ODM y ve lejos el objetivo de que la República Dominicana puede gozar de un servicio pleno y eficiente en abastecimiento de agua potable y saneamiento para el 2030.

Consideró que la aprobación de esta ley será un paso de avance de gran valía.

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