Entre los pensadores, filósofos y hombres de ciencias, hay la duda de si, “la humanidad está viviendo un cambio de época o una época de cambios”. Nos inclinamos por aceptar que “vivimos un época de cambios”, donde el conocimiento y la información revolucionan vertiginosamente, obligando al liderazgo a marchar de a saltos, para mantenerse actualizado sobre el curso de los acontecimientos que se suceden, como parpadeos de ojos al Sol.
Los cambios ocurren a tan alta velocidad, que la actualización requiere estar atentos ya no a la dirección del viento, ni al eco de los sonidos, sino al quehacer demandante de una sociedad cada vez más informadas y por lo tanto más exigentes de respuestas lógicas y a tiempo.