El nuevo aspirante presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el exministro de Obras Públicas Gonzalo Castillo, ha tenido un ascenso meteórico en las filas de esa organización política, es uno de los más cercanos colaboradores del presidente Danilo Medina y fue una de las cabezas del recién destronado proyecto reeleccionista.
Por su inesperada participación en la contienda interna del PLD, luego que el presidente Medina desistiera de reelegirse animando la llegada de “sangre nueva” a su partido, se cree que Castillo representa el relevo que quiere el mandatario para enfrentar al expresidente Leonel Fernández, quien le tumbó el pulso en la lucha por reformar la Constitución para que se pudiera repostular nuevamente.
Ante esas versiones se dice que entre los demás precandidatos, a excepción de Fernández, reina cierta incomodidad porque mientras ellos dejaron sus puestos en el Gobierno para llevar a cabo sus campañas internas, Castillo decide renunciar ahora en una coyuntura quizás más favorable en términos de opinión pública.
El miércoles, durante el acto en el que anunció sus aspiraciones presidenciales, Castillo se presentó como la continuación del mejor Gobierno que según él ha tenido la República Dominicana en los últimos años: el de Danilo Medina.
Sin embargo, el también precandidato Temístocles Montás afirmó ayer que entre los aspirantes presidenciales del PLD “no hay un delfín” señalado por el presidente Medina y que, por el contrario, “hay que fajarse a buscar los votos abajo”.
“En esta etapa el compañero Danilo Medina no tiene un candidato, posiblemente a partir de la primera semana de septiembre él tenga un candidato, por el procedimiento que incluso hemos acordado”, refirió.
La corriente danilista acordó que en septiembre los precandidatos afines a esa facción serán medidos por encuestas, y se apoyará al que tenga más popularidad para competir en las primarias del 6 de octubre.
A parte de Fernández, Castillo y Montás, los demás aspirantes presidenciales peledeistas son el senador Reinaldo Pared Pérez, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro, Carlos Amarante Baret, Radhamés Segura, Hipólito Polanco y Maritza López.
Propaganda gubernamental. Castillo, quien es miembro del Comité Político del PLD, está al frente de Obras Públicas desde agosto de 2012, cuando el presidente Medina se instauró por primera vez en el Poder Ejecutivo.
Ese es uno de los ministerios más importantes en materia presupuestaria, debido a la magnitud de obras que ejecuta.
Por eso es una de las plataformas que más se utiliza para promover a presidentes de turno, lo cual no ha sido una excepción en el caso de Medina, pues en septiembre de 2018, Castillo calificó al presidente como un “benefactor”, el mismo apelativo con el que se señalaba al dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Críticas por caso Odebrecht. Castillo tiene una imagen de funcionario eficiente, lo que se dice extrapola de sus empresas privadas.
Sin embargo, en su desempeño al frente de Obras Públicas tiene cuestionamientos vinculados a supuestos sobornos pagados por la empresa Odebrecht, según datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, divulgados por la periodista Alicia Ortega.
De acuerdo con esa investigación, la constructora brasileña Odebrecht habría pagado más de 55 millones de dólares en soborno para conseguir contratos en el primer gobierno del presidente Medina.
Al hacer públicas sus aspiraciones presidenciales las reacciones en redes sociales se debaten entre quienes lo favorecen para que sea al sustituto de Medina, y los que piden que explique con lujo de detalles si los contratos de Odebrecht pasaron por sus manos sin que él se manchara.
El empresario
Gonzalo Castillo nació en Barahona en 1960. En 1983 fundó una empresa de tecnología que en 1994 se convirtió en Minicompsa. También fundó la Constructora Castillo López y Asociados, S. A., para la construcción y administración de edificios, y en 1992 la empresa Helidosa, dedicada al transporte aéreo. En 2008 constituye Aeroambulancia, dirigida a ofrecer servicios de transporte a pacientes en estado crítico.