Bahamas — Prácticamente estacionado sobre Bahamas durante un día y medio, el huracán Dorian continuó fustigando las islas el martes con un golpeteo catastrófico que hizo que las inundaciones alcanzaran el segundo piso de los inmuebles, atraparan a la gente en los áticos y obligaran a otros a moverse de un refugio a otro. Se reportaron al menos cinco muertos.
“Estamos en medio de una tragedia histórica”, declaró el primer ministro Hubert Minnis, quien agregó que los decesos fueron reportados en las islas Ábaco. Dijo que “la devastación no tiene precedentes y es extensa”.
Los vientos y la lluvia incesantes destruyeron casas y negocios en las islas Ábaco y Gran Bahama, que tienen una población combinada de alrededor de 70.000 habitantes y no están a más de 12 metros sobre el nivel del mar en sus zonas más altas. El aeropuerto de Gran Bahama estaba bajo 2 metros (6 pies) de agua.
Las personas desesperadas que trataban de encontrar a sus seres queridos dejaron mensajes en las estaciones de radio locales, mientras el ministro de Salud del país informaba que se enviarían equipos médicos a las islas Ábaco por la tarde.
Al amanecer, los vientos de Dorian habían bajado a 193 kilómetros por hora (120 mph), lo que equivale a un huracán de Categoría 3, informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. El meteoro se movía a una velocidad de apenas 2 km/h (1 mph) y parte de su ojo permanecía cubriendo la isla de Gran Bahama desde el domingo por la noche.
Su vórtice estaba a unos 70 kilómetros (40 millas) al noreste de Freeport, Bahamas, y 175 kilómetros (110 millas) al noreste de West Palm Beach, Florida. Los vientos huracanados se extendían hasta 75 kilómetros (45 millas) en algunas direcciones.
Dorian comenzó a avanzar hacia el noroeste el martes por la mañana y se esperaba que se acercara a la costa de Florida más tarde el martes, pero la amenaza para el estado disminuyó significativamente. Los meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes esperan que el meteoro avance en paralelo a la costa y que el vórtice no toque tierra allí. Ningún lugar en Florida tenía más de un 8% de probabilidades de ser golpeado por vientos huracanados.
Según la previsión del Centro, se espera que se mueva en dirección norte a la costa de Georgia y de Carolina del Sur el miércoles en la noche o el jueves.
Hasta el lunes, cuando terminó el fin de semana alargado por el Día del Trabajo, las autoridades advirtieron a cientos de miles de personas en Florida, Georgia y Carolina del Sur _más de 800.000 sólo en Carolina del Sur, y medio millón en Georgia_ que evacuaran la zona por temor a que Dorian pudiera provocar inundaciones potencialmente fatales, incluso si el ojo del huracán permanecía frente a la costa, como se había previsto. Varios grandes aeropuertos cerraron operaciones y cientos de vuelos fueron cancelados.
La Guardia Costera de Estados Unidos transportó por avión al menos a 21 personas heridas en la isla de Ábaco, que Dorian golpeó el domingo con vientos sostenidos de 295 km/h (185 mph) y ráfagas de hasta 355 km/h (220 mph), una fuerza igualada sólo por el llamado huracán del Día del Trabajo de 1935, una época en la que estas tormentas no recibían nombres asignados.
Las autoridades de Bahamas informaron que recibieron un “tremendo” número de llamadas de personas desde casas inundadas. Una estación de radio recibió más de 2.000 mensajes solicitando ayuda, incluso reportes de un bebé de cinco meses de edad sobre un techo y de una abuela y seis nietos que abrieron un hoyo en su techo para escapar de la crecida. Otros reportes incluían a un grupo de ocho niños y cinco adultos varados en una autopista, así como dos albergues inundados.