El pasado legislador por esta provincia dijo “que es bueno que se sepa que lo que el ingeniero Pagan negoció no fueron simples terrenos pedregosos y arcillosos, aunque eso es lo que al encartado le interesa, sino concesiones mineras, muchas de ellas propiedad de dominicanos y extranjeros, entre ellos colombianos.
“De ahí que sería muy bueno que en la investigación se incluyan a los propietarios de las cinco concesiones mineras que reclaman terrenos en la zona, y que se supone que son quienes negociaron con el ingeniero Pagan, sino que también se deben investigar a muchos de los antiguos directores generales de minería, algunos de los cuales son propietarios y asesores de esas empresas concesionadas”, subrayó.
Y a seguidas precisó: “Al ingeniero Pagan no le interesaba terrenos para agricultura o ganadería, por eso lo que el ingeniero Pagan adquirió fueron concesiones mineras, que en su conjunto abarcan más de 30 mil tareas”.
Más aún: Con esas negociaciones el encartado pasa a ser el propietario de todos las tierras productivas y ganaderas, incluyendo los asentamientos agrícolas que están ubicados los distritos municipales de Cabeza de Toro, Altamira y algunas secciones y parajes del municipio de Tamayo, como Barranca, Honduras y Vuelta Grande”.