De alguna forma los siete sermones tocaron el rol de los medios de comunicación en el país, pero esta última disertación acaba de poner en el tapete un secreto a voces que se vive en la República Dominicana; el chantaje y extorsión mediática que sufren muchos funcionarios públicos y personas que manejan recursos económicos.
El padre Arsenio Ferreira quien disertó la séptima palabra destacó que desde hace varios años en la República Dominicana se ha estado desarrollando un ejercicio inmoral, antiético y sumamente dañino para la sociedad a través de algunos medios de comunicación con un mismo sector o grupo de “comunicadores o periodistas” dedicados al chantaje y la extorsión mediática.
El sacerdote explicó que la práctica consiste en ubicar a funcionarios públicos, empresarios y personas, investigar los negocios que puedan estar desarrollando las instituciones que dirigen y generarle informaciones falsas, manipuladas o tergiversadas para poder llamar la atención y luego enviarles un emisario a solicitar altas sumas de dinero para dejar de seguir atacándolos.
Presionan dirigentes, autoridades e instituciones, desestabilizan familias, dañan nombres y reputaciones por dinero y hasta provocan situaciones de violencia.
Siguió manifestando que esta práctica está tomando cada vez más fuerza, pues quienes la ejecutan son personas sin escrúpulos, que solo buscan dinero a toda costa y que no tienen reparos en decir a lo que se dedican, como en algunos medios ya lo han hecho.
No importa si tienen que dañar la reputación, la moral e integridad de una persona y con esto la de toda su familia y amigos. Lo que buscan es que los “callen” ofreciéndoles dinero. Si no les ofrecen dinero no cesan los ataques.
El padre Ferreira expresó que el principal medio por donde operan estos individuos es a través de las redes sociales, por el impacto que estas causan y el morbo que genera presentar información negativa sobre alguien.
Este grupo no es grande, pero cuando envisten contra una víctima, todos le caen juntos, buscando maximizar el daño que quieren causar. Pero resulta que luego aparece ante la persona afectada alguien que le ofrece una “solución”, ayudarlos a callar a esos medios pero que necesitan ofrecerles algo de dinero (esto según la cantidad de la cartera a la que atacan).
Esto es una bajeza total, un chantaje mediático el que la población está percibiendo como algo normal y que no podemos permitirlo.
Personas que reniegan de Dios, de la patria, que solo les interesa saciar sus apetencias de lujos y vida cara a costillas del chantaje, la manipulación y la tergiversación de informaciones.
El padre Ferreira, hablando del sermón sobre el versículo “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc. 23,46) destacó que este fuerte grito de Jesús se convierte hoy en la voz de los que no tienen voz. En aquellos condenados moralmente de la vida, extorsionados y autocensurados. Esa voz de los que no tienen voz está representada también en los medios de comunicación social, quienes juegan un papel fundamental en la difusión del mensaje; como creadores de pensamientos y opiniones; y en la difusión de la verdad.
La iglesia hizo un llamado a toda la sociedad a buscar eliminar esta práctica maliciosa, a no dejarse llevar de los que a todas luces se ven como depredadores de reputaciones, pero sobre todo hizo un llamado a la justicia que deben ser los garantes de que este tipo de bajezas no tenga lugar en nuestro país.