Río de Janeiro .- El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, con el 47,93 de los votos válidos en las elecciones de este domingo en Brasil, tendrá que definir la Presidencia en una segunda vuelta con el actual mandatario, Jair Bolsonaro, que obtuvo el 43,63 %, según los datos oficiales.
De acuerdo con el Tribunal Superior Electoral (TSE), tras haber sido escrutado el 97,45 %, ningún candidato conseguirá matemáticamente alcanzar más de la mitad de los votos, listón que se necesita para garantizar la elección sin necesidad de segunda vuelta, y Bolsonaro ya no podrá superar a Lula.
El dirigente progresista y el líder ultraderechista, como los dos más votados en la primera vuelta, definirán la Presidencia en el balotaje previsto para el 30 de octubre.
Bolsonaro, que aspira a la reelección, consiguió en las urnas una diferencia menor frente al dirigente progresista, de menos de cuatro puntos porcentuales, que la que señalaban todas las encuestas, que preveían una victoria de Lula con entre el 50 % y 51 % de los votos y una ventaja de 14 puntos sobre el gobernante (entre 36 % y 37 %).
El expresidente (2003-2010) era señalado por todos los sondeos como el favorito para imponerse con una amplia ventaja pero no consiguió más de la mitad de los votos que esperaba para garantizar la elección este domingo y sufrió duros reveses en algunos estados, como el estratégico Sao Paulo.
El gobernante venció en el mayor colegio electoral de Brasil, con el 47,7 % de los votos válidos, frente al 40,8 % del exmandatario.
En el emblemático estado de Río de Janeiro, tercer colegio electoral, la ventaja de Bolsonaro fue aún mayor, con el 50,9 % frente al 40,7 % de su rival.
Bolsonaro es el primer presidente brasileño en intentar ser reelegido que queda en segundo lugar en la primera vuelta.
Desde que Brasil recuperó la democracia en 1985 tan solo un presidente consiguió ser elegido en la primera vuelta: Fernando Henrique Cardoso garantizó su elección en 1994 y su reelección en 1998 con más de la mitad de los votos.
Lula, líder del Partido de los Trabajadores (PT), perdió tres elecciones (1989, 1994 y 1998) antes de ser elegido por primera vez, pero tuvo que ir a la segunda vuelta en 2002 y cuando se reeligió en 2006, así como le ocurrió a su ahijada política y sucesora Dilma Rousseff en 2010 y 2014.
Marcada por la polarización
Las elecciones de 2022, las más polarizadas desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se han caracterizado por un clima de crispación entre el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, el gran favorito en las encuestas de intención de voto, y el actual presidente, Jair Bolsonaro, quien busca la reelección.
La polarización entre los principales candidatos se extendió a sus seguidores, con algunos casos de ataques y muertes motivadas por discusiones políticas en los últimos días.
En medio de ese escenario de tensión, el presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE), Alexandre de Moraes, manifestó a periodistas después de votar en Sao Paulo que la jornada transcurría con «tranquilidad y seguridad».