El primero de enero de 1989 el taxista dominicano Diógenes Tavarez, estaba estacionado en su unidad en una intersección de El Bronx a la espera de pasajeros.
Sorpresivamente, varias balas fueron disparadas desde un punto cercano y uno de los plomos impactó a Tavarez en la espina dorsal, por lo que quedó paralítico de la cintura hacia abajo, y tuvo que sufrir casi toda su vida, hasta que el 23 de septiembre de 2017, murió a causa de las lesiones por los balazos.
