CARACAS— Aunque se esperaba que Nicolás Maduro tomara algunas medidas para impedir la entrada del líder opositor Juan Guaidó a Venezuela o para que fuera apresado, lo cierto es que no hizo nada.
Hasta el momento, Maduro ni se ha referido al tema. En su cuenta de Twitter lo que posteó ayer fue en relación al carnaval que se realiza en este país.
“El hecho de que Guaidó no fuese detenido, al menos hasta ahora, refleja la presión que enfrenta Maduro para no intervenir. Pero, parece indicar también el inicio de una negociación, local e internacional, sin que queden aún claros los detalles”, apuntó en sus redes sociales Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanalisis, con sede en Caracas.
La vuelta de Guaidó al país el lunes fue el último capítulo en su enfrentamiento con Maduro, quien había sido advertido por Estados Unidos y otros países en contra de actuar hacia su adversario y posiblemente se dio cuenta de que detener a su rival podría provocar más protestas callejeras. Y aunque es probable que la presencia del líder opositor dé un impulso, al menos en el corto plazo, a su campaña por el cambio, Maduro ha demostrado ser resistente y cuenta con la lealtad de la jerarquía militar.
Juan Guaidó
Venezuela está sumida en una crisis humanitaria que se espera que empeore a medida que hagan efecto las sanciones al petróleo diseñadas por Estados Unidos para aumentar la presión sobre Maduro. Con ambas facciones políticas firmes en medio de la creciente escasez que sufren los venezolanos, algunos analistas especulan con que podrían estar considerando negociar para acabar con el estancamiento.
Estados Unidos y alrededor de 50 países más han reconocido a Guaidó como el líder legítimo del país, alegando que la reelección de Maduro el año pasado no fue válida porque populares candidatos de la oposición no pudieron presentarse. Maduro acusa a estas naciones de participar en un complot golpista en su contra respaldado por Washington.