Santo Domingo, DN.- El presidente de la Fundación Pensar y Crecer (Funpen) y ex Ministro de Educación, Melanio Paredes, reiteró hoy su posición de que las pruebas nacionales a que se someterán a partir de la próxima semana los alumnos de 8vo. grado y 4to. de media deben ser repensadas para readecuarlas o eliminarlas.
Afirma que las pruebas nacionales en su formato actual no evalúa las competencias de los estudiantes, tampoco el desempeño de los centros y sus maestros y lo que es peor, no dice nada en términos de rendición de cuentas sobre la marcha del sistema educativo.
"Conforme el seguimiento, que por 5 años consecutivos, nuestra Fundación- FUNPEN- le ha dado a los resultados de las pruebas nacionales, estas ni aprueban ni reprueban a los estudiantes. En las escuelas no se les da seguimiento para mejorar su desempeño y han devenido en un ejercicio de simple trámite", apuntó.
Dijo que los modelos de aprendizajes más exitosos en el mundo están migrando a estrategias que aseguren que los estudiantes puedan mostrar las competencias y habilidades logradas en las diferentes disciplinas a través de la elaboración, junto a sus compañeros y maestros, de trabajos de grado, sean culturales, artísticos, científicos o técnicos, que los vincula a su entorno y los habilita para sus proyectos de vida.
Paredes indicó que las evaluaciones individuales necesarias, que determine la promoción de cada alumno, no tienen que ser pruebas genéricas o estandarizadas, podrían ser referidas a cada proyecto de grado, lo cual implicaría un mayor compromiso con la calidad del proceso educativo de maestros y familias.
"Nuestros niños y jóvenes estudiantes vienen reprobando consistentemente en las pruebas académicas, las pruebas nacionales, como las regionales; en el Ranking 2015, como en todos los anteriores se reafirma esta tendencia. A finales de año deberán conocerse los resultados de las pruebas Pisa, de alcance global, a la que no debimos someternos sin antes preparar una plataforma que articulara todos los esfuerzos de maestros, alumnos y familias alrededor de las escuelas, objeto de este riguroso examen, que mide en forma estandarizada competencias y habilidades lingüísticas, matemáticas y en ciencias", enfatizó.
Sostuvo que "lo penoso de toda esta situación es que a pesar de los grandes esfuerzos y recursos invertidos, habrá que esperar algunos años para evaluar los impactos y si definitivamente, es posible encontrar el camino de una educación de calidad que cumpla con su alto cometido".
Añadió que la calidad educativa, no es una quimera que pueda lograrse con solo repetir y repetir el término.
El dirigente peledeísta y ex-ministro de Educación, expresó que "esta demanda de una profunda reforma que implique desaprender “de lo mismo” para aprender a innovar, a cambiar esquemas y enfoques, la manera en que “siempre se hacen las cosas que tiene que comenzar con una revolución del pensamiento educativo convencional e instrumentista".
Indicó que el fracaso recurrente del alumnado en las pruebas o de estas frente a las nuevas expectativas de los estudiantes, sin que pase nada a través de los años, ya no solo es preocupante sino, que parecería que la sociedad se torna inmune y lo inaceptable deviene en normalidad alienante, cuyas consecuencias comienzan a manifestarse.
Finalmente, el presidente de la Fundación Pensar y Crecer cuestiona, ¿Por qué seguir reprobando y con ello cerrar las puertas al futuro promisorio a que tiene derecho la presente generación de dominicanos? Para reafirmar que, ¡Es hora ya de dejar atrás el fracaso escolar y armarnos de la impronta del cambio con una buena dosis de creatividad que nos permita abrazarnos amorosamente con el éxito!.