Por: Rubén Moreta
Doña Isabel Montilla, prominente dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y una de las mencionadas para ocupar la Gobernación Provincial de San Juan es eficiente, metódica, apasionada, planificadora y una de las más laboriosas mujeres de la provincia de San Juan, aunque silenciosa.
Doña Isabel –me consta- es una de las más versátiles conocedoras de la realidad socioeconómica de la provincia de San Juan. Esta dama ha jugado roles importantes, impulsando proyectos y programas de atención en salud, mitigación de pobreza y atención a la niñez y adolescentes en condición de vulnerabilidad.
La señora Montilla trabajó en Plan Internacional a la llegada a San juan de esa ONG, a mediados de los años noventa, y es responsable de muchos programas y proyectos importantes que desarrolló Plan en las provincias de San Juan y Elías Piña. Asimismo, trabajó en la Dirección Regional de Salud Pública, donde quedó su sello indeleble de fecundo trabajo social.
Pero Doña Isabel no va a los medios de comunicación a hablar de sí misma y de su fecunda labor. Ese es su error, opino yo. Tampoco, al parecer, tiene un padrino o una madrina en el Palacio Nacional o sus alrededores.
Insisto en destacar que a Doña Isabel no le gusta la figuración en los medios de comunicación, porque parece que esa es su personalidad, y se inclina por el bajo perfil. Pero ha trabajado y trabaja incansablemente y produce muchísimo, pero no le gusta “cascarear los huevos”.
Ella es de las que se fue del PRD y se fajó a construir el PRM. No llegó el otro día, como otra. Y nunca se ha servido “la comida con cucharón”.
Doña Isabel Montilla sí tiene derecho a ser Gobernadora provincial. Tiene las luces y méritos ciudadanos y partidarios para ostentar ese cargo. Como periodista tengo derecho a opinar.
El autor es Periodista.