Ganaderos de las cuatro provincias que integran la Línea Noroeste denunciaron que decenas de cabeza de ganado han muerto en los últimos meses a causa de la sequía, por lo que pidieron la urgente intervención del Gobierno Central para evitar que la situación empeore.
En los ganaderos Jorge Bernard, Eddy Rafael Sosa y Rafael Reyes (Morao) dijeron que están desesperados, angustiados y tristes al ver impotentes cómo mueren sus reses en los establos.
“No tenemos comida ni agua para el ganado, la producción de leche ha descendido entre un 30 y hasta un 50 por ciento, dependiendo de la zona donde se encuentren los ganaderos”, expresó Eddy Rafael Sosa, presidente de la Asociación de Ganaderos de Dajabón.
Indicó que son decenas de reses las que se han muerto por falta de alimentos y agua, porque las reservas de las lagunas y en los pozos tubulares se agotaron.
Jorge Bernard, presidente de la Asociación de Ganaderos de la provincia Santiago Rodríguez, calificó la situación de caótica y con pocas posibilidades de que se resuelva en lo inmediato. “La situación empeoró porque en los meses de octubre, noviembre y diciembre no se produjeron las lluvias que esperábamos”, comentó.
Dijo que se está tratando de traer caña desde Puerto Plata para alimentar el ganado, pero que resulta muy costoso, por lo que esperan la ayuda del Gobierno.
Rafael Reyes, de Montecristi, declaró que de 200 cabezas que tenía se le murieron 12 vacas por falta de comida y agua y que en la costa es donde mayor se ha sentido el problema, ya que no hay agua ni de los canales y del cielo mucho menos.
La sequía también está perjudicando grandemente a los productores de arroz de toda la Línea Noroeste, de acuerdo con lo informado por Marcos Rodríguez, presidente de la Asociación de Cosecheros del cereal en Valverde, Mao.
Expresó que más un 15 por ciento de las tareas de arroz a sembrarse en esta época no podrá hacerse por falta de agua en los canales.
“Tenemos varios canales, pero en su mayoría no sirven, porque datan desde la Era de Trujillo”, precisó Rodríguez y llamó al Gobierno a construir las presas de Amina, y de Guayubín, con cuyas obras hídricas el problema de los cosecheros en general vendría a solucionarse.
