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Extranjeros se radican en el país con sus sueños y esperanzas

SANTO DOMINGO.-Los permisos de residencia otorgados por la Dirección General de Migración (DGM) se triplicaron en el primer trimestre de este año en comparación con el mismo periodo del pasado año.

De enero a marzo de 2018 se concedieron 2,195 residencias. Lideraron los venezolanos (381), norteamericanos (275), españoles (165), haitianos (126) e italianos (108).

El incremento porcentual en 2019 es de un 363%, reflejado en 7,971 residencias, liderando los haitianos (1,609), venezolanos (1,168), estadounidenses (890), españoles (494) e italianos (415), de acuerdo a estadísticas de la DGM.
Las razones que dan los inmigrantes para decidirse por República Dominicana resultan hasta poéticas. Desde el gusto por la cocina, el sol, la estabilidad política, jurídica y económica que ha experimentado el país en las últimas décadas o simplemente: la gente. Todos coinciden en en que el dominicano es de trato afable, alegre y desinteresado.

El sociólogo Carlos Andújar denomina esta característica como el complejo de Guacanagarix, en referencia a la manera en que el cacique taíno recibió a Cristóbal Colón.

“La forma en que Guacanagarix recibe el desconocido se ha proyectado como una debilidad del orgullo de pertenencia”, señala Andújar.

Esta condición, aunque interpretada como debilidad, es asumida como fortaleza por el inmigrante que decide en muchos casos optar por la nacionalidad dominicana, estadísticas que han experimentado una notable alza en el pasado reciente. Por ejemplo, los naturalizados en 2018 fueron 380, pero en el primer cuatrimestre de este año alcanzaron las 200 personas, logrando en un tercio del año 53% del total anterior.

Panorama actual

No todos los inmigrantes en el país se decidieron por cuestiones románticas. Haitianos y venezolanos dominan las estadísticas locales.

Estos últimos pasaron de ser 3,434 en 2012 a superar los 25,000 en 2017, según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI-2017), causas atribuidas a la crisis política y económica de Venezuela.

En el caso de los haitianos, la proximidad combinada con el bajo nivel de vida de sus habitantes (el PIB per cápita de 2018 los colocó en el lugar 171 en un listado de 196 países), han motivado su llegada. Otros extranjeros vienen por motivos de estudio, trabajo o inversiones en la industria turística y otras áreas, es el caso de los europeos y estadounidenses.

El ordenamiento jurídico local ha sido reforzado notablemente en los últimos años, la implementación del Plan Nacional de Regularización ha servido de base para disminuir la ilegalidad.

A la fecha, 249,948 extranjeros que estaban en condición migratoria irregular se han adherido a la propuesta del Gobierno de conceder un estatus legal. Una de las características que distingue a la inmigración actual es que está concentrada en las ciudades. Solo un 33% de los haitianos viven en las zonas rurales y del total de nacidos en otras naciones 6%.

Sus labores están concentradas en el comercio, la construcción y el turismo.

Estos datos crean distancia con los extranjeros que llegaron en el siglo XX al país, quienes en su mayoría trabajaban como asalariados en la industria azucarera y otras producciones agrícolas.

La ENI-2017 sitúa la población total de origen extranjero en República Dominicana, en 847,979 personas, equivalente al 8.3% de la población.

Este dato incluye a los descendientes de inmigrantes nacidos en el país.
La tasa de crecimiento en comparación con el año 2012 fue de un 10% y se proyectan resultados similares para 2022.

Aporte extranjero

El Perfil Migratorio de la República Dominicana, un estudio elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), el Ministerio de Interior y Policía así como el Instituto Nacional de Migración, establece que “la migración internacional tiene efectos directos e indirectos sobre el crecimiento económico.

“La población inmigrante contribuye positivamente al bono demográfico, especialmente la de nacionalidad haitiana, ya que la mayor parte se concentra en los grupos en edad de trabajar y contribuye a aumentar el volumen de la fuerza laboral en el país”.

Plantea que por cada extranjero que llega al país con intenciones de quedarse, tres dominicanos emigran, lo cual deja un saldo migratorio negativo, situación que influye de manera positiva en las variables per cápita.

Dispuestos a todo

Otro factor a tomar en cuenta es que los trabajos que los locales desechan, como la agricultura, la construcción y algunos servicios de hotelería, son altamente demandados por los extranjeros.

“El inmigrante en todas partes del mundo está dispuesto a hacer lo que sea, porque no tiene nada que perder, esto causa que asuman trabajos que los locales jamás harían y por lo tanto tienden a progresar”, afirma el economista Franklin Vásquez.

Centenares hay que llegaron solo con buenas intenciones y deseo de trabajar y que hoy han escalado hasta convertirse en exitosos empresarios, destacados profesionales y auténticos dominicanos, tan aplatanados como cualquier nativo.

“La dominicanidad es una estantería, incluye a los taínos autóctonos, españoles, africanos, árabes, chinos, negros libertos, y otros”, dice Andújar.

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