Por: Rubén Moreta
La Tormenta Tropical Isaías está impactando el caribe insular. En su arrítmica andadura por estos promontorios en medio del atlántico, la tormenta nos dejó abundantes lluvias y quizás daños, que ellos mismos se pagaran con intereses.
Llevamos ochos (8) años de dura sequía en el Valle de San Juan, lo que ha producido que nuestros campesinos “se estén comiendo los botones de la camisa”.
La lluvia irradia esperanza entre los hombres y mujeres del campo, por eso siempre es bienvenida, no obstante galope áspera y abrupta sobre fenómenos meteorológicos.
La agricultura del Valle de San Juan necesita lluvia, mucha lluvia; agua, mucha agua. Bienvenido Don Isaías (ahora es ciclón), gracias por su cristalino regalo.
El autor es Periodista.
