Por: Rubén Moreta
El mes de abril ha sido tormentoso en la provincia de San Juan. Especialmente, la Semana Santa estuvo teñida de sangre por crímenes horrendos que se han producido y que han conmovido a toda la sociedad sanjuanera.
Repasemos: a inicio del mes de abril, se perdieron violentamente dos vidas en la Sección El Naranjo del municipio de Las Matas de Farfán. Un hechicero y un paciente esquizofrénico. El paciente demente mató al brujo que supuestamente lo curaba y un hijo del anciano nigromante, junto a vecinos, ajusticiaron al enajenado mental a golpes, palos y lapidación. Horrible aquella escena.
En otro suceso doloroso, un anciano de ochenta años decidió quitarse la vida ahorcándose en la edénica comunidad de Punta Caña, provocando un manantial de lágrimas.
En Córbano Norte, un lugar apacible también, iniciando la semana mayor, un joven mató a un hombre a golpes por simples rencillas personales. ¿Placer de matar?
Juan de Herrera, el benjamín de los municipios de la Provincia San Juan, también se manchó de sangre: una mujer de 54 años decidió quitarse la vida ella misma decapitándose, según la Policia.
En el Distrito Municipal de Sabana Alta, un malvado celoso le amputó el brazo a su exmujer, simplemente “porque ella no lo quería y llevaba dos años separada de él”.
Pero el incidente más bestial y que más ha trastornado a la población sanjuanera, por lo sobrecogedor, alevoso y sanguinario que fue, es el sádico asesinato de la joven profesora, de 32 años, Ángela Moreta. Su marido –Rafael de los Santos- presuntamente la mató de tres tiros y la enterró en una mina de arena. Durante una semana no quiso revelar qué había hecho con el cadáver. Un acto propio de un psicópata-sociópata. Al fin, las autoridades encontraron los restos mortales.
¿Por qué tantos atípicos hechos sangrientos en nuestra provincia estos días?
¿Se debe toda esta sangre en San Juan a cuadros depresivos provocados por el confinamiento impuesto consecuencia del coronavirus?
¿La población está padeciendo un sobre estrés?
¿Cunde la desesperanza en la población sanjuanera y esto estimula violencia?
¿La mezcla de estrés y crisis económica genera actitudes violentas?
¿El ocio repentinamente prolongado puede producir actitudes agresivas?
¿O esta atípica violencia local es consecuencia del año bisiesto? Esto último descártelo.
El autor es Periodista.
