Por. Rubén Moreta
Yo sabía que Luis Abinader Corona era un hombre rico de cuna, millonario, pero jamás con la acumulación monetaria que este ciudadano ha admitido tener.
Acabamos de comprobar que Abinader es colosalmente rico con cuatro mil trescientos noventa y seis millones de pesos (RD$4396 millones de pesos), declarados por él mismo a la Cámara de Cuentas.
La declaración patrimonial del nuevo mandatario es colosalmente inmensa. Parecería que es un mago haciendo papeletas o que es un nuevo Rey Midas caribeño, que todo cuanto ha tocado lo ha convertido en oro, en este caso, en parné para engrosar sus rebosadas alcancías, dos de las cuales están en paraísos fiscales en Islas Vírgenes y Panamá.
Cuando leemos el dato de más de cuatro mil millones de pesos acumulado por un solo hombre, los ojos se nos brotan, porque trabajar para ganar tal cantidad de dinero debe conllevar muchos años, con una dedicación absoluta y enfocarte a una actividad súper lucrativa, que pocos negocios lícitos proporcionan.
Mi conclusión: la riqueza de Abinader es grosera frente a un pueblo de hambrientos y menesterosos como República Dominicana.
El autor es periodista.